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Revisión 2024

Mi relación con la miríada de plataformas sigue la estela del año anterior: junto con la permanencia de Filmin, Prime Video, HBO Max y Anime Box, están las suscripciones intermitentes de Netflix y Disney+ y las cuentas de las plataformas nacionales de RTVE Play y 3Cat. Por si no fuera suficiente, se ha sumado Crunchyroll, que no es baladí, pues este ha sido un año de mucho anime.

El podio:
Me encantaron:
  • The Innocents
  • Vidas pasadas
  • Dune (Parte 2)
  • Ratatouille
  • Dandadan (T1)
  • Chainsaw Man (T1)
  • Mob Psycho 100 (T1, T2)
  • Llegando a ti (Kimi ni Todoke, T1, T2, T3)
  • Último Show de Kike García (monólogo)
Me gustaron mucho:
  • Heavenly Delusion (Tengoku Daimakyou)
  • Sand Land (T1 y T2)
  • Nosotros en la noche
  • El especialista (The Fall Guy)
  • Habilidad física: 100 Underground
  • El francotirador de Donbás
Me gustaron:
  • El nadador
  • La caja azul (T1)
  • Bitelchús Bitelchús
  • Sólo nos queda bailar
  • Tragones y mazmorras (T1)
  • Así nos ven (miniserie de 4 episodios)
  • Hokkaido Gals Are Super Adorable! (T1)
  • Guy Ritchie: El pacto (Guy Ritchie's The Covenant)
Están bien, pero... :
  • Pity (Oiktos)
  • Bitelchús (Beetlejuice)
  • Marte (The Martian)
  • El peor vecino del mundo (A Man Called Otto)
  • Dejad que el río fluya (Ellos eatnu - La elva leve)
  • Furiosa: De la saga Mad Max
  • Bikeriders. La ley del asfalto
  • Buena suerte, Leo Grande
  • Dragon Ball Daima
  • La mesita del comedor
  • La habitación de al lado
  • Magilumiere magical girls S.A.
  • Fallen leaves
  • One Piece Fan Letter
Regular:
Malas:
  • Trabajo basura (Office Space)
  • Superagente Makey
  • El rey de la Havana (2005)
  • No puedo vivir sin ti
Malísima:
  • La madre de la novia (Mother of the Bride)
Vergonzante:
  • Lo nunca visto (2019)


Recuento 2024

Pese a la retahíla de sucesos negativos de 2024, este ha sido un buen año de lectura. Aunque hayan sido libros de corta extensión, he superado los recuentos de los dos años anteriores, revertiendo una preocupante tendencia a la baja. Aparecen pocos tebeos porque estoy siguiendo muchas series en Manga Plus, y sus títulos no aparecen aquí porque la gran mayoría están en curso, o porque su lectura no se circunscribe únicamente a este año.

Flechazos:

Muy buenos:

Correctos:
  • Joc brut de Manuel de Pedrolo
  • I van passar tants anys de Natàlia Cerezo
  • Tú y yo de Niccolò Ammaniti

Regular:
  • Gina de Maria Climent
  • Campos azules de Julia Soria
  • El elogio de la sombra de Jun'ichirō Tanizaki
  • La pau dels somnis feliços de Carme Riera, ilustrado por Silja Goetz


De los cómics, mis favoritos del año han sido:
  • Ranma ½ de Rumiko Takahashi (serie completa)
  • At Summer's End de Takuya Nishio (lo leí en Manga Plus, pero lo acabé comprando en papel)

Los que más me han sorprendido visualmente:
  • Coyote Doggirl de Lisa Hanawalt
  • At Summer's End de Takuya Nishio
  • Cosmo en el espacio de Javi de Castro

Los que más me han hecho reír:
  • Ranma ½ de Rumiko Takahashi (serie completa)

Me encantan:
  • La tragedia de P de Rumiko Takahashi

Me gustan:
  • Coyote Doggirl de Lisa Hanawalt
  • Cosmo en el espacio de Javi de Castro
  • Maison Ikkoku de Rumiko Takahashi (vol. 1)

No es lo que esperaba
  • Qui es aquest barrufet?, de Tebo (me dijeron que no era para niños, y sí lo es)
  • La casa del dibuixant, de Jan (demasiado técnico, trata de la restauración de casas rurales)
  • Furiosa de Geoffroy Monde y Mathieu Burniat

Regular
  • Tokyo Revengers de Ken Wakui (serie completa)
  • Crazy for you de Karuho Shiina (serie completa)
  • Croqueta y Empanadilla en Japón de Ana Oncina
  • Sanda de Paru Itagaki (hasta el capítulo 90)

Ranma½, divididos por su remake

Ranma½ es una de mis series favoritas. Este año he comprado y leído los diecinueve tomos de la colección. Recuerdo verla por las mañanas en Antena 3 y saberme de memoria la canción del opening. Una de las alegrías de tener Anime Box es poder ver la serie original. Y digo "original" porque este 2024 también ha salido el remake, que ha dividido al público.

Los detractores son personas de mi generación, rondando los cuarenta, mientras que sus defensores están más cerca de la veintena. Me chocó ver las discusiones en los comentarios de las distintas reviews que han salido en Youtube. Y digo que me chocó porque yo había asumido (vamos, tenía clarísimo) que a nadie le podía gustar esta nueva adaptación. Pero me equivocaba.

He visto que quienes comparten mi opinión resaltan los mismos puntos que yo, del mismo modo que quienes defienden lo contrario recurren a un argumentario también conjunto. En ellos veo que hay una apreciación del ritmo y la estética distinta a la nuestra. Prefieren un diseño más mono, más cute, con una trama que avance rápido, sin entretenerse en pormenores.

Si bien a nosotros nos pierde la nostalgia, afectando a nuestra decisión, también queda claro que la estética kawaii no nos cautiva tanto. Nuestros referentes son distintos, y no sólo porque Akira o El puño de la Estrella del Norte sean la antítesis del concepto. Series de nuestra infancia como Heidi, Marco o La aldea del Arce eran dulces y amables con unos códigos muy distintos.

También el modo de verlas ha cambiado radicalmente. Antes no había múltiples plataformas para ver lo que nos apeteciera cuando quisiéramos desde cualquier dispositivo. Solía haber una televisión en casa, dos como mucho, y estábamos limitados a la parrilla televisiva, a un episodio al día o por semana, que si te lo perdías no podías verlo hasta que la emitieran de nuevo, si acaso lo hacía.

Ahora el acceso es prácticamente ilimitado. Hay gente que llega a sentirse abrumada por la cantidad de productos audiovisuales que "debe" consumir para estar al día. Esa podría ser la razón por la que ahora se valore tanto la velocidad en la publicación de los episodios... y en su visualización. Porque lo explícito ha ganado terreno a lo implícito, y la explicación que me dieron me dejó con la boca abierta.

Por lo visto, Netflix diseña sus series para que los usuarios puedan seguirlas mientras cocinan, friegan o, incluso, realizan trabajo de oficina. El guion debe ser lo bastante claro para poder entenderlo sin prestar atención. Y esto creo que ha afectado al humor de la nueva adaptación de Ranma½, pues los mismos chistes se ejecutan sin sutileza alguna, carentes del toque irónico del anime de 1989.

Y es que el remake calca el original casi fotograma a fotograma, apenas reinterpretando la paleta de colores y añadiendo ciertas modificaciones que, curiosamente, en mi opinión, malogran el resultado. El timing de las bromas es pésimo, y los momentos exageradamente serios que servían de antesala a los punchline se han eliminado.

Quienes defienden la nueva adaptación arguyen que la animación en mucho más fluida, especialmente en los combates. El problema es que nunca pensé que la primera adaptación cojera en este aspecto. Considero que sigue luciendo fantástica, y que su arte, más detallado, supera con creces el actual. Pero esto, me queda claro, es muy subjetivo, pues a la nueva generación les encanta.

Entre pros y contras queda la duda de por qué se decidió volver a animar Ranma½, una serie cuyo tema se intenta asociar a la defensa de la transexualidad, pero cuyo enfoque burlón se desvía de ese objetivo. Los protagonistas son un chico que se convierte en mujer y una chica que practica artes marciales. A él lo tratan de rarito y travesti y a ella, de machorra. Está lejos de ser un ejemplo de nada.

Por si esto fuera poco, es una historia en la que constantemente muestra desnudos de adolescentes de instituto. Y la solución no ha sido repensar las escenas o los diálogos para evitar insultos homófobos o una sexualización innecesaria. Lo han mantenido todo igual, pero preparado para que pueda colgarse en redes sociales; es decir, borrando los pezones de las pechos. ¿Podría haber peor decisión?

Me cuesta demasiado entender el punto de vista de quienes la defienden. Si no se realiza ningún cambio sustancial y el lavado de cara es apenas una capa de pintura que la hace menos graciosa, siendo el humor clase en cualquier obra de Rumiko Takahashi, ¿qué sentido tiene una serie así ahora, más allá del ansia por recaudar?

Si algo le tengo que conceder a la nueva adaptación de Ranma½ es que me ha servido para advertir cuánto hemos cambiado, y cómo ahora irremediablemente estoy en la barca generacional de los mayores. Veo a los jóvenes bajo un halo de incomprensión que me incomoda. Queda claro que el tiempo no sólo no pasa en vano, sino que pasa de largo y por encima. ¡Ay!

Risas, romance y acción: El especialista (The Fall Guy)


El especialista
(The Fall Guy, 2024)

Cuando vi que Emily Blunt y Ryan Gosling protagonizaban El especialista, supe que quería verla. Y no fue por filmografía, precisamente. Porque si bien de Gosling tengo la carpeta forrada (Driver, La La Land, Barbie, Dos buenos tiposLa gran apuesta, El agente invisibleBlade Runner 2049), a Emily Blunt sólo la recuerdo de dos: la malísima Un lugar tranquilo y la fantástica Al filo del mañana

Sin embargo, he visto suficientes entrevistas de ambos desmembradas a lo largo y ancho de Youtube para saber la gran vis cómica que poseen. Esa es la razón por la que quise ir a verla en versión original y no doblada. El acento británico de Blunt y el tonillo irónico de Gosling me matan. Y el resultado fue una sesión llena de acción, romance y humor.

El especialista es una comedia romántica al uso con un repertorio de bromas tanto clásicas como modernas. El último calificativo no hace referencia a chistes de marihuana y consoladores. Hablo en el buen sentido. Gosling repite en su papel de galán imperfecto y frágil, como en La La Land, mientras que el personaje de Blunt hace honor al apellido de la actriz.

Además de la pareja estrella, me reí a gusto con Hannah Waddingham (Ted Lasso) en su papel de representante vil, mientras que Stephanie Hsu (Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos) volvió a demostrar cuán graciosa es sólo gesticulando. Y entre carcajadas y diálogos tiernos, acción a raudales. David Leitch (Deadpool 2, John Wick), es un experto.

Antiguo doble y director de escenas de riesgo, sabe rodar escenas vibrantes. La pelea en la caja del volquete a toda velocidad me tuvo agarrado al asiento del cine. Y hay tantos en estas secuencias, como la persecución de Regreso al futuro, que bien seguro me perdí buena parte de ellas. Por buscarle una pega, hubiera preferido que estuviera más cerca de los 90 minutos que de los 120.

Sinceramente, la vería de nuevo. Es puro entretenimiento.

Reírse de lo que nos hace llorar: El informe Penkse de Jaime Rubio Hancock

Kike García, cofundador de El Mundo Today, elogiaba sin paliativos esta novela satírica en el podcast Quieto todo el mundo. Bueno, lo alababa en el programa de Facu Días y Miguel Maldonado, y lo corrobora en la faja del libro: "Ojalá lo hubiera escrito yo. Puto Jaime Rubio, vaya rata. Tengo que matarlo".

La recomendación me despertó el gusanillo, pero me producía recelo por el título de mierda, que encima me cuesta pronunciar. Además, La mejor persona, el libro de su compañero de diario, Xavi Puig, también lo recomienda y, pese a que es una lectura amena, no es lo que se dice un librazo. Al final, sin embargo, como tampoco yo soy un "lectorazo" (siete míseros libros leí en 2023), me lo compré.

La novela de Jaime Rubio Hancock supera con nota la de Xavi Puig. Su estilo es consistente, conduce con mucha habilidad al lector, y desborda mala leche. Flojea en pocos puntos, acaso cuando el deseo de hacer un chiste baja el nivel de la narración, pero en general, de acuerdo con Kike García, provoca mucha envidia.*

Escrita imitando la estructura y el tono de un informe empresarial, trata de un oficinista que pretende a toda costa evitar escribir un reporte. La mayoría hemos vivido la misma situación: nos encargan una tarea onerosa que desearíamos no tener que hacer nunca. Esto incita que la posterguemos indefinidamente aunque, en el fondo, queramos finiquitarla lo antes posible para olvidarnos de ella.

El expediente, que da título al libro, es el hilo conductor al que se conectan las historias de los otros compañeros de oficina, creando un cuadro grotesco de nuestro día a día como asalariados. Consumimos las hojas del calendario acudiendo a lo que David Graeber (y cualquiera que haya currado en su vida) describió como "trabajos de mierda".

El caleidoscopio de miserias laborales no yerra tiro. Está el que se escaquea, el sindicalista proempresa, el jefe de infinitas reuniones, la harpía inútil de recursos humanos,... El elenco se desmadra, y también está la que lleva tres años embarazada para no pedir la baja, o el que no ha vuelve a casa porque está compitiendo con otro por conseguir una vacante en un puesto mejor.

El autor navega con timón firme desde la ironía hasta el absurdo más demencial. Es un relato bien pensado y escrito, que si bien a veces desvaría en exceso, engancha y divierte. Pero no divierte con una sonrisa esbozada en los labios. Consigue hacerte reír de verdad. Podría haber hecho aguas hacia el final, pero el cierre no defrauda y supera con creces la expectativas.

_____________
* Con razón escribe bien: Jaime Rubio cuenta con cuatro títulos más a sus espaldas: La decadencia del ingenio, El secreto de mi éxito, ¿Está bien pegar a un nazi? y El gran libro del humor español.

Revisión 2023

Es más que probable que este listado no recoja todo lo que he visto este 2023, porque he usado más plataformas que otros años, y algunas no tienen historial. He ido poco al cine, y he interrumpido mi suscripción de Netflix dos veces por ser la plataforma menos atractiva. Disney+, Amazon y HBO Max han sido mis preferidas, excepto un mes que lo ocupó Anime Box. Sin embargo, es gracias a Filmin y 3Cat que he visto tres de mis pelis favoritas del año.

El podio:
Me encantaron:
Me gustaron mucho:
Me gustaron:
Están bien, pero... :
Regular:
Malas:
Orden de alejamiento:


Recuento 2023

A diferencia del año anterior, no voy a empezar preguntando si este es el año que menos he leído, porque lo sé. Una de las razones es la mala elección de lecturas: La isla misteriosa la arrastraba del año anterior, y El libro de las casas de Bajani no consigo terminarlo. La principal, sin embargo, es que salgo del trabajo con el seso seco, mi mente no da para nada. Leer ya no es el gozo relajado de antaño, sino una cuesta demasiado empinada.

Mi favorito:

El más divertido:

Bien:

Regular:


De los cómics, mis favoritos del año han sido:
  • Por culpa de una flor, de María Medem
  • Skip and Loafer de Misaki Takamatsu
  • El pequeño Baku de Masumura Juushichi
  • Ranma de Rumiko Takahashi (tomos 1 y 2)
  • Planeta de Ana Oncina

El que más me han sorprendido visualmente:
  • Por culpa de una flor, de María Medem

Los que más me han hecho reír:
  • Ranma de Rumiko Takahashi
  • Skip and Loafer de Misaki Takamatsu
  • Astèrix. El lliri blanc de Fabcaro y Didier Conrad
  • Thermae Romae de Mari Yamazaki (tomos 3, 4, 5 y 6)
  • Lucky Luke. Sobre la pista de los Dalton de Morris y Goscinny

Me han gustado mucho:
  • Astèrix. El lliri blanc de Fabcaro y Didier Conrad
  • Lucky Luke. La evasión de los Dalton de Morris y Goscinny
  • Lucky Luke. Sobre la pista de los Dalton de Morris y Goscinny
  • Lucky Luke. Los Dalton van a Canadá de Morris y Goscinny
  • Thermae Romae de Mari Yamazaki (tomos 3, 4, 5 y 6)

Me han gustado:
  • Inu Yasha de Rumiko Takahashi (tomo 1)
  • Lucky Luke. Fuera de la ley de Morris
  • Lucky Luke. El ferrocarril en la pradera de Morris
  • Lucky Luke. Los primos de los Dalton de Morris y Goscinny
  • Lucky Luke. Carrera en Oklahoma de Morris y Goscinny
  • Lucky Luke. Los rivales de Painful Gulch de Morris y Goscinny
  • Lucky Luke. Billy el Niño de Morris y Goscinny
  • Lucky Luke. Las colinas negras de Morris y Goscinny

Bien:
  • Amalia de Aude Picault
  • Negaloiod. La última palabra de Vincent Perriot
  • Lucky Luke. El juez de Morris
  • Lucky Luke. Remontando el Mississipi de Morris y Goscinny
  • Lucky Luke. ¡¡Petróleo!! de Morris y Goscinny
  • Lucky Luke. Los Dalton en libertad de Morris y Goscinny
  • Lucky Luke. La caravana de Morris y Goscinny
  • Lucky Luke. La ciudad fantasma de Morris y Goscinny

Regular

No me han gustado:


Reality de Tina Shatter


Reality (2023)

El cartel de Reality se cruzó en mi camino mirando el nunca suficientemente aprovechado catálogo de Filmin. Me llamó la atención el título y el gesto de la actriz: pensativa, tensa, a punto de desmoronarse,  tal vez ausente, o acaso reuniendo fuerzas. Aunque creía que no la conocía, Sydney Sweeney es una de las dos adolescentes pedantes de la excelente primera temporada de The White Lotus.

La película se construye entorno a un documento desclasificado del FBI. Se trata de la transcripción de una grabación de audio, y se nos asegura que el diálogo que vamos a oír reproduce fielmente dicho informe. El texto contiene fragmentos tachados que no han podido salir a la luz por razones de seguridad.

El punto de partida son unos golpecitos en el cristal de la puerta del coche de la protagonista. Su automóvil está estacionado en el aparcamiento de su vivienda, y justo acaba de volver del trabajo. Una pareja de hombres se presenta, y da comienzo una misteriosa conversación que va concretándose a medida que transcurre el metraje.

Acompañamos a la protagonista por sus distintos estados de ánimo: desorientación, nervios, inseguridad, miedo,... ¿Qué está pasando exactamente, a dónde conducen todas estas preguntas acerca de sus mascotas, cómo saben tanto de ella? La actitud amable de los dos hombres sólo sirve para corroborar su autoridad y su control absoluto de la situación.

Tanto el espacio como el tiempo que abarca la historia están muy acotados. Podría ser una obra de teatro, pero la directora, Tina Shatter, le da sentido a la versión cinematográfica. Alterna la recreación de los hechos con fragmentos sonoros y escritos del informe, y las partes censuradas son eliminadas de modo ingenioso tanto de la conversación como del plano, acentuando el desasosiego de la protagonista y el espectador.

La actuación de Sydney Sweeney me ha parecido soberbia, cómo se mueve de la risa nerviosa al desconcierto serio y lleno de temor, cómo se le quiebra la voz, o le tiemblan las cuerdas vocales, al intentar responder a la amenazante pareja que le aplica el amable interrogatorio. Recomiendo verla en versión original, y no leer nada al respecto que pudiera estropear la experiencia.

Revisión 2022

El resumen de películas de 2022 me ha dejado sorprendido. Me ha llamado la atención que el podio lo ocupen tres series y ninguna película. Es más, entre los dieciséis títulos que más me han gustado, sólo hay cinco películas que no son documentales, ni de animación. Incluso estaba convencido de que había ido mucho más al cine. Mi cabeza y mi blog han dibujado dos años totalmente distintos.

Geniales:
Me encantaron:
Regular:
Malas:
Malérrimas:


Recuento 2022

¿Puede ser 2022 el año que menos he leído? Mi primer libro lo terminé en abril y apenas fue un cuento. En julio empecé a levantar cabeza, pero fueron septiembre y diciembre mis meses más fructíferos. Preocupa el contraste con los muchos ebooks comprados en el Kindle. ¿Diógenes digital, analfabeto de papel? Debería volver a comprar libros físicos y comparar. Si no hay mejora, algo habrá que cambiar.

Maravillosos:

Buenos:

Regular:

Malos:


De los cómics, mis favoritos del año han sido:

Los que más me han sorprendido visualmente:

Los que más me han hecho reír:

Me han gustado mucho:

Me han gustado:

Bien:

Regular

No me han gustado:

La mayor decepción:


Radicalized: Four Tales of Our Present Moment de Cory Doctorow

No consigo recordar cómo conocí esta novela, pese a que su lectura y descubrimiento es de este mismo diciembre. Tal vez fue a través de una noticia acerca de licencias de copyright, o de un vídeo de Youtube, o de una entrevista a su autor (a la que acaso llegué a esta a través de la noticia o el vídeo). Al final acabé en Amazon, y al final descubrí que está en Kindle Unlimited en inglés.

Radicalized son cuatro cuentos largos de ciencia ficción con premisas muy actuales. El primero, el que me motivó a leer el libro, habla de un futuro no muy lejano donde las clases más pobres viviendo de alquiler en pisos subsidiados en los que todos los electrodomésticos están programados para sólo aceptar productos de una marca en exclusiva.

Hoy en día conocemos las política de Apple, o lo problemas que ponían las compañías de impresoras para obligarte a comprar sus cartuchos. Esto es llevado un paso más allá: la tostadora que sólo tuesta pan de su propia marca, el lavavajillas que sólo friega los platos de su misma compañía. ¿Y qué sucede cuando dichas empresas caen en bancarrota, y dejan de llegar suministros a los supermercados?

Si el resto de rebanadas no están permitidas, te quedas sin comer tostadas. ¿Y si sucede lo mismo con el microondas y el horno? ¿Y si la situación se alarga meses porque la compra de la empresa fallida tiene que ser revisada por los mercados? Esto es lo que llevará a los vecinos del edificio a hackear sus electrodomésticos, a riesgo de ser desahuciados.

El segundo trata de qué sucedería si Supermán, aquí con otro nombre por tema de licencia, fuera testigo de un acto de abuso policial contra un ciudadano afroamericano. ¿Le sería sencillo que se hiciera justicia? ¿O el sistema le depararía una aciaga sorpresa? Otro tema bien reciente como el Black Lives Matter queda servido en bandeja.

El tercero da título al volumen y trata de seguros médicos privados y terrorismo. ¿Puede llevar el uno al otro? Breaking Bad nos demostró que sí, y Radicalized lo corrobora. El cuarto y último es la historia de un joven y opulento broker que decide crear un búnker con los beneficios fruto de sus operaciones especulativas. Se cree por encima del resto, ¿pero le servirían de algo sus aptitudes en pleno apocalipsis?

La evolución de los personajes hacia la radicalización, en diferentes niveles cada uno, es completamente verosímil. Si bien el estilo de Doctorow es poco vistoso, me ha fascinado su capacidad para sintetizar los problemas del presente e incorporar las nuevas realidades en una narración cohesionada y absorbente. ¿Cómo es capaz de no sentirse desbordado, ahogado en tantos datos e información?

La ironía y el ridículo se mezcla con el horror que ya tenemos tocando en la puerta de casa. Hay un resquicio de esperanza en sus páginas, pero es tan delgado como cabría esperar. Me ha deprimido tanto como me ha sorprendido. Me parece un buen broche para cerrar el 2022. Además de la versión inglesa en Kindle Unlimited, existe la española publicada por Capitán Swing.

Revisión 2021

La pandemia es un mal sueño agotador. Este 2021 he visto menos películas que el año anterior y, en general, peores. HBO Max se ha sumado al número de plataformas online que consumo, y no tengo queja. Con la vacuna, mi pareja y yo hemos empezado a ir más al cine. Sin embargo, entre la mascarilla y la duda en forma de psicosis de si te vas a contagiar o no, uno no disfruta igual.

Geniales:
Me encantaron:
Regulares:
Malas:
Sin vacuna posible:


Recuento 2021

Existe la sensación generalizada de que este 2021, más que un año completo en sí, ha sido una extensión del anterior. De hecho, en términos lectores, he casi repetido el patrón de 2020: empecé bien pero me estanqué, para luego retomar la lectura y casi igualar la marca previa. No hay cien mil Superlópez, pero están las series del mangaka Haro Aso, y obras que obvio por tenerlas a medias.

Mis preferidos:

Muy buenos:

Buenos:

Correctos:

Regular:

Malos:


De los cómics, mis favoritos del año han sido:

Los que más me han sorprendido visualmente:

Los que más me han hecho reír:

Me han gustado mucho:

Me han gustado:

Bien:

No me han gustado:

La mayor decepción:


Rana de Mo Yan

En la cultura china, la rana es un símbolo lunar y húmedo asociado con el yin del taoísmo. Se cree que trae prosperidad y riqueza, tal vez por su alta capacidad de reproducirse. Esta novela de Mo Yan a la que el animal da título habla de la política del hijo único en China. Muestra cómo se originó, cómo se desarrolló de acuerdo con la situación económica del país y qué consecuencias tuvo.

Dicho así, suena a ensayo puro. Pero Mo Yan consigue, a través de un narrador aparentemente inocente, atrapar al lector mientras desvela el horror. Wan Zu, apodado Renacuajo, aspira a convertirse en escritor narrando la vida de su tía. Su relato se inicia con el principio de la carrera de su tía como obstetra en la zona rural del país.

En aquel momento, los años 60, cuando el hambre consumía el campo chino, las matronas, sus rituales mágicos y sus peligrosas prácticas se encargaban de aconsejar a las embarazadas y asistir los partos. No fue fácil, pero la pericia y el espíritu férreo de la joven doctora convencieron a los aldeanos. Su prosperidad marcha acorde con la del país, cuya población también empieza a aumentar.

El contraste entre ese comienzo complicado pero esperanzador, tanto para la tía de Wan Zu como el país asiático, contrasta con la desazón que llegará con la bonanza económica. En 1979 se instaurará la política del hijo único, y el Estado impondrá un fuerte control, imponiendo tanto los abortos como la vasectomía obligatoria para hombres con un descendiente.

Con maestría, Mo Yan introduce gradualmente todos los elementos que convertirán un relato de esperanza en una pesadilla enfermiza. Si bien se le puede achacar que recurre a cierto dramatismo de telefilme, a mí me enganchó a este culebrón. Ver la caída en desgracia de tantos personajes que me presento como niños en las primeras páginas me impactó.

El foco de la historia se va desplazando de la doctora a su sobrino. Después de cuatro partes en que la narración es biográfica, la quinta y última es la obra de teatro de Wan Zu. Es decir, la novela aborda la historia desde perspectivas distintas: una más cotidianas, otras más cercanas al realismo mágico, otras casi oníricas, y esta última desde el punto de vista de una representación.

Terminé el libro verdaderamente afectado. Las consecuencias son de terapia para todo un país. Incluso los efectos malsanos de la restricción forzada de la natalidad durante el comunismo se ven agravados con la llegada del capitalismo. El totalitarismo de entonces se emponzoña con el intercambio de maletines, que convierte una obsesión ciega de ayer en una pantomima tan huera como sangrienta.

Ha conseguido revolverme el estómago. Ha sido una lectura visceral. Cierras el libro con el sabor de la bilis en la garganta. La novela, de unas 400 páginas, fue publicada en China en 2009. No fue hasta 2015 que el gigante asiático abandonó la política del hijo único, aunque ha mantenido un límite de dos hijos por pareja. Hacía tiempo que no interiorizaba tanto una lectura. Ha sido una gran experiencia.

Reír por cuadros: Guía del mal padre de Guy Delisle y False Knees de Joshua Barkman

Regalar un cómic a tu pareja nunca es un acto inocente, porque sabes que antes o después el volumen acabará en tus manos. Conocí a Guy Delisle por sus cómics más políticos. En ShenzhenPyongyangCrónicas birmanas narra sus experiencias en China, Corea del Norte y Myanmar. Son testimonios realmente interesantes donde no falta el humor.

Sin embargo, no había leído sus trabajos puramente cómicos. Mi pareja quería leer la Guía del mal padre, de la que Astiberri ha traducido los cuatro tomos publicados hasta la fecha. Le compré los dos primeros por Sant Jordi y, si bien el segundo flojea, el primero es desternillante. Si te gustan las historietas breves con la mala baba, este libro es una joya.

False Knees: An Illustrated Guide to Animal Behavior es el nombre completo de esta recopilación de tiras cómicas protagonizadas por animales, en su mayoría aves. Siguiendo un formato cuadricular de cuatro viñetas y utilizando un estilo realista alejado de la caricatura, Joshua Barkman descontextualiza actitudes y pensamientos humanos en boca de ardillas, lobos, gorriones, arrendajos o cuervos.

Desde el cinismo existencial al absurdo más zopenco, nuestras manías y obsesiones contemporáneas quedan retratadas y exacerbadas. A diferencia de Delisle, es un humor más sutil, de sonrisa más que de carcajada. El autor es prolífico en redes, y publica gratuitamente la serie en Facebook, Instagram, Tumblr y Twitter, y en los portales de webcómics Webtoon y Tapas. Por falta de opciones, no será.

Rafa, mi historia


Rafa, mi historia (2011)

A renglón seguido de la autobiografía de Monica Seles, me puse con Rafa, mi historia. Aunque en su planteamiento se acerca más a Los niveles del juego de John McPhee, pues un partido de tenis vertebra todo el texto, conseguimos conocer en profundidad a Nadal del mismo modo que sucede con el libro de la extenista yugoslava.

El partido que hilvana los primeros capítulos es, como no podía ser de otro modo, la final de Wimbledon 2008 contra Federer. El enfrentamiento que acabaría con la hegemonía del genio suizo tanto sobre el césped de la catedral del tenis como en el ranking de la ATP es diseccionado set a set. Cada capítulo está compuesto por una narración en primera personal de Nadal y un artículo de John Carlin.

No hay que ser muy despierto para deducir que todo está escrito por el periodista británico. Si bien la prosa no es tan pulida como la de McPhee, hay que entender que en los fragmento que personifica al mallorquín, Carlin procura imitar su forma de hablar. Abundan los "trallazos" con la raqueta y otras expresiones muy coloquiales.

Aunque el lenguaje es distendido, el análisis de los puntos jugados es muy preciso. Lo describe tal cual hace Nadal en las ruedas de prensa. El lector aprende qué momentos fueron relevantes para el desarrollo de la pugna entre los dos rivales. Lo que para la mayoría de los espectadores pasa desapercibido por no ser tan impactante como un tweener, acaba teniendo una relevancia crucial.

La parte de Nadal no sólo se limita a la explicación técnica. A raíz de sensaciones o pensamiento de la final, recuerda sus comienzos. La relación con su tío, Toni Nadal, me ha parecido enfermiza. La severidad de su entrenador habría acabado con la psique de más de un joven tenista. Por si fuera poco, el resto de la familia estuvo de acuerdo en mantener una actitud similar con Nadal.

Como existía la amenaza de que los éxitos tempranos se le subieran a la cabeza, todos intentaban aplacar una excesiva efusividad. Era Toni Nadal el más duro y exigente, desmereciendo muchos torneos que su pupilo ganó antes de entrar en el circuito profesional. En este sentido, los artículos de Carlin buscan ampliar tanto el contexto familiar como el del equipo técnico que lo rodea.

Si el libro se hubiera centrado en Wimbledon, hubiera sido más que suficiente. Además, habría tenido mayor unidad. Sin embargo, se amplía con la consecución del último Grand Slam que le faltaba a Rafa Nadal. Lo logró en el US Open de 2010 frente a Djokovic. No son pocas las veces en que Nadal se refiere a la gran calidad del actual número 1.

Hace diez años que se publicó Rafa, mi historia, y mucho ha llovido desde entonces. Es un libro fascinante de leer en su vertiente deportiva, por la épica que desprende, y sorprendente en el apartado personal. Sinceramente, no esperaba tal nivel de exigencia hacia el joven Rafa Nadal. Me queda claro que cuando se jubile el Big Three, los vamos a echar de menos.

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PD: En la edición italiana se fliparon y fueron a full con la foto de la cubierta.