Tenet (2020)
Para lo poco que me gusta Nolan, Tenet me encantó. Es puro shock. Lo que ves en la pantalla te deja constantemente boquiabierto. A diferencia de Interstellar o El caballero oscuro, no hay moralina. Por supuesto que hay mucho discurso vacío, pero la rapidez con la que se suceden los acontecimientos impide procesar las tonterías que puede estar soltando los personajes.
Este thriller de espías que viajan en líneas temporales opuestas, una hacia adelante y otra hacia atrás, suspende el pensamiento del espectador y lo deja ensimismado. Me ha impactado tanto como en su día Memento, aunque la he disfrutado más. Es vibrante. Las coreografías cuando las líneas temporales se cruzan son puro espectáculo. No puedes dejar de comer palomitas.
Cielo de medianoche
(The Midnight Sky, 2020)
Para las gansadas que ha llegado a hacer frente al objetivo, destilando humor y carisma, sus intentos por hacer política mediante el cine han acabado produciendo una larga cadena de bodrios. Cielo de medianoche no es una excepción. Como Nolan, pero en versión de autor, se toma demasiado en serio las naderías que filma. ¡Sólo hace falta ver el póster, por favor!
La vida en la Tierra ha sido diezmada. El científico Augustine, interpretado por el propio Clooney, decide no subir en la última nave de evacuación. Una base en el ártico es el escenario de dos interminables horas de autocompasión sin recompensa. El desenlace es totalmente previsible y manido. Netflix ha añadido otro truño más a un catálogo cada vez menos atractivo.
La guerra del mañana
En la carrera por acumular estiércol, Amazon no ha querido quedarse atrás. Este año Prime Video ha apostado por La guerra del mañana. Han bombardeado las redes de publicidad. Treinta años en el futuro, la humanidad está siendo eliminada por una especie alienígena, y acuden a su pasado, nuestro presente, a reclutar soldados en un intento desesperado por eliminar la invasión extraterrestre.
El planteamiento es interesante, pero el guion no tiene chispa ni luces. Avanza a oscuras como sus protagonistas, carne de cañón en una batalla sin departamento de inteligencia. Chris Pratt está en horas bajas y es incapaz de entretener los 138 minutacos de metraje infumable. Hace años me hubiera parecido inconcebible decir esto, pero Nolan es la mejor apuesta en esta tríada de ciencia ficción.
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