Y más palabras: Cyrano (2021)


Cyrano
(2021)

Coincidió que tras ver Emtre la razón y la locura, me topé en la misma plataforma de streaming con la versión de 2021 de Cyrano con Peter Dinklage. Como tantas veces, recuerdo que vi el tráiler cuando la estrenaron en España, no me decidí y acabaron por retirarla. No sabía hasta que punto me podría gustar, al estar basada en el musical.

Revisando el artículo de Wikipedia en español, llama la atención que un usuario editó el artículo para añadir todas las críticas negativas que la tachaban de woke por cambiar al narigudo protagonista por un enano. Al poner el foco en estas reseñas, da la sensación de que hubo un gran revuelo con este detalle, y por eso fracasó en taquilla. Curiosamente, las versiones en otros idiomas ni lo mencionan.

Cyrano se basa en eso, en las palabras, y en como estas pueden crear falsas realidades. Cyrano está enamorado de Roxanne, pero no se atreve a confesarse por miedo a que ser rechazado por su físico. Así, cuando ella le confiesa estar prendada del guapo Christian de Neuvillette, Cyrano ocultará su pena y se convertirá en la voz del joven, a quien las musas no le acompañan.

Visto con los ojos de hoy, la historia es absurda. ¿Qué sentido tiene ese sacrificio caballeresco, cómo pensaba mantenerlo? ¿En qué posible ramificación del destino Roxanne podría estar agradecida por ser engañada para casarse con alguien con quien no conecta en absoluto? La mentira es para el propio Cyrano, quien ansía en convertirse en el amante perfecto... que él mismo ha creado en su mente.

En conjunto, la película me encantó. Si me hubieran preguntado tras terminar la primera mitad, mi respuesta hubiera sido menos efusiva, porque llegó a aburrirme. Pero pasado el ecuador, cuando son enviados a la guerra, y especialmente cuando los soldados cantan Wherever I fall, la película me había conquistado completamente.

La fotografía es excelente. Peter Dinklage, con todo su bagaje como Tyrion en Juego de tronos, no puede estar mejor como ingenioso cabroncete que se burla de todos. Mezcla la obra clásica con elementos más modernos, en mi opnión, con acierto, pues queda muy equilibrada. Me arrepiento un poco de no haberla disfrutado en el cine.

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