Volvimos a Filmin después de mucho tiempo. Nunca dejamos la plataforma por el contenido. En su día fue por la inestabilidad de su streaming. Entiendo que parte de la culpa pudo ser de nuestra conexión, pero lo cierto es que Netflix nunca fallaba y Filmin nos dejaba siempre a la mitad. Y eso era insoportable. Recuerdo el dolor que fue ver la magnífica En la niebla de Sergei Loznitsa.
Intentamos retomarla durante un mes hace tiempo, pero volvimos a tener el problema de los microcortes. Gracias a una promoción este verano, le dimos una nueva oportunidad. Esta vez no hemos tenido problemas, y hemos podido disfrutar del Atlàntida Film Festival. Decir esto suena un poco raro, pero salir del cine de superhéroes es un soplo de aire fresco.
La colina donde rugen las leonas
(La colline où rugissent les lionnes, 🇫🇷 Francia, 2021) de Luàna Bajrami
Si Mustang fue apodada como la versión turca de Las vírgenes suicidas, con La colina donde rugen las leonas han hecho una referencia similar a Mustang. Pero no. El tono está lejos de las películas de Deniz Gamze Erguven y de Sofia Coppola. Bajrami muestra el hastío y el callejón en el que se encuentran tres adolescentes de una aldea de Kosovo, pero ni el desarrollo de la trama, ni de los personajes, ni tampoco el desenlace, mantienen la coherencia ni el nivel esperado.
Runner
(Begike, 🇱🇹 Lituania, 2021) de Andrius Blazevicius
De la falsa heredera de Mustang pasamos a la denominada sucesora de Corre, Lola, corre. Recuerdo vagamente la película de Tom Tykwer, pero lo poco que me viene a la memoria son escenas de videoclip. El film de Andrius Blazevicius me parece mucho mejor. Consigue transmitir el frenetismo y la ansiedad sin resultar caótico. Son 87 minutos sin poder respirar. La actriz protagonista, Zygimante Jakstaite, clava el papel de una joven que busca desesperadamente a su pareja enferma.
Petite nature
(🇫🇷 Francia, 2021) de Samuel Theis
Si Runner nos dejó al borde un paro cardíaco, Petite Nature (Softie), con un ritmo completamente distinto, nos tuvo hora y media con la sensación de que algo terrible iba a suceder. Un niño de diez años criado en los suburbios debe hacerse cargo de la casa y de su hermana pequeña ante la dejadez de una madre sobrepasada por la vida. La llegada de un nuevo profesor a la escuela arroja una pequeña esperanza a su situación. Pero la vida no es tan sencilla como en el cine.
Just Animals
(🇫🇮 Finlandia, 2022) de Saila Kivelä y Vesa Kuosmanen
Este documental no es śolo un duro testimonio de la situación de los animales dentro del ciclo de la ganadería industrial. También pone el foco en los activistas que luchan por visibilizar esta realidad. Sila Kivelä, directora del mismo junto a Vesa Kuosmanen, habla de su experiencia como colaboradora de Greenpeace. Su hermana, Mai Kivelä, miembro del parlamento finés y ex activista, amplía la mirada del documental describiendo el complejo camino político para defender los derechos de los animales.
La travesía
(La traversée, 🇫🇷 Francia, 2021) de Florence Miailhe
No es fácil criarse en los suburbios, no es fácil luchar por la dignididad de los animales. Aún menos resulta huir de una guerra. Esta película de animación, ubicada en un país imaginario, da forma a los recuerdos de la familia de la directora, judíos ucranianos que se vieron obligados a migrar de su país. Realizada aplicando técnicas pictóricas, como ya hiciera Loving Vincent, es una historia que mezcla la magia de la imaginación infantil con la impiedad de cualquier conflicto bélico.
Brighton 4th
(🇬🇪 Georgia, 2021) de Levan Koguashvili
Brighton 4th visibiliza la situación de un inmigrante georgiano en Estados Unidos a través de la mirada de su padre, que viaja al país para ayudar a su hijo. De diálogos sobrios e interpretaciones contenidas, muestra los problemas de la adicción al juego y la afición de los georgianos por la bebida, la música y la lucha libre. A este respecto, me sorprendió descubrir que el actor que hace de padre, Levan Tediashvili, es un ex campeón olímpico de esta disciplina, medalla de oro en los Juegos de Múnich de 1972.
Kung-fu Zohra
(🇫🇷 Francia,, 2022) de Mabrouk El Mechri
Kung-fu Zohra es un curioso experimento que mezcla drama social, comedia y artes marciales. Aunque Kill Bill es la primera referencia que acude a nuestras cabezas, su guion está lejos de la locura y espectacularidad de Tarantino. Centrado en la encrucijada de una mujer maltratada, este extraño título genera tanto sonrisas como terror. Sorprende cómo Ramzy Bedia, en el papel del marido, es capaz de parecer un inofensivo bobalicón en un fotograma y un completo monstruo en el siguiente.
Lejos quedé de ver todo el catálogo del festival. De lo que vi, mis favoritas fueron Runner y Just Animals, seguidas de Petite Nature. Si bien Kung-fu Zohra era la que más ganas teníamos de ver, acabo siendo una pequeña decepción por culpa de las falsas expectativas creadas. Sin duda, la colaboración entre Filmin y Atlàntida Film Festival ofrece una gran oportunidad para ver obras que de otro modo no llegarían a la pantalla de tu televisor.
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