Reírse de lo que nos hace llorar: El informe Penkse de Jaime Rubio Hancock

Kike García, cofundador de El Mundo Today, elogiaba sin paliativos esta novela satírica en el podcast Quieto todo el mundo. Bueno, lo alababa en el programa de Facu Días y Miguel Maldonado, y lo corrobora en la faja del libro: "Ojalá lo hubiera escrito yo. Puto Jaime Rubio, vaya rata. Tengo que matarlo".

La recomendación me despertó el gusanillo, pero me producía recelo por el título de mierda, que encima me cuesta pronunciar. Además, La mejor persona, el libro de su compañero de diario, Xavi Puig, también lo recomienda y, pese a que es una lectura amena, no es lo que se dice un librazo. Al final, sin embargo, como tampoco yo soy un "lectorazo" (siete míseros libros leí en 2023), me lo compré.

La novela de Jaime Rubio Hancock supera con nota la de Xavi Puig. Su estilo es consistente, conduce con mucha habilidad al lector, y desborda mala leche. Flojea en pocos puntos, acaso cuando el deseo de hacer un chiste baja el nivel de la narración, pero en general, de acuerdo con Kike García, provoca mucha envidia.*

Escrita imitando la estructura y el tono de un informe empresarial, trata de un oficinista que pretende a toda costa evitar escribir un reporte. La mayoría hemos vivido la misma situación: nos encargan una tarea onerosa que desearíamos no tener que hacer nunca. Esto incita que la posterguemos indefinidamente aunque, en el fondo, queramos finiquitarla lo antes posible para olvidarnos de ella.

El expediente, que da título al libro, es el hilo conductor al que se conectan las historias de los otros compañeros de oficina, creando un cuadro grotesco de nuestro día a día como asalariados. Consumimos las hojas del calendario acudiendo a lo que David Graeber (y cualquiera que haya currado en su vida) describió como "trabajos de mierda".

El caleidoscopio de miserias laborales no yerra tiro. Está el que se escaquea, el sindicalista proempresa, el jefe de infinitas reuniones, la harpía inútil de recursos humanos,... El elenco se desmadra, y también está la que lleva tres años embarazada para no pedir la baja, o el que no ha vuelve a casa porque está compitiendo con otro por conseguir una vacante en un puesto mejor.

El autor navega con timón firme desde la ironía hasta el absurdo más demencial. Es un relato bien pensado y escrito, que si bien a veces desvaría en exceso, engancha y divierte. Pero no divierte con una sonrisa esbozada en los labios. Consigue hacerte reír de verdad. Podría haber hecho aguas hacia el final, pero el cierre no defrauda y supera con creces la expectativas.

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* Con razón escribe bien: Jaime Rubio cuenta con cuatro títulos más a sus espaldas: La decadencia del ingenio, El secreto de mi éxito, ¿Está bien pegar a un nazi? y El gran libro del humor español.

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