A puro músculo: Samaritan, Creed III y Habilidad física: 100


Samaritan (2022)

Por muy sorprendente que parezca, ni Marvel ni DC están detrás de esta película de superhéroes. Un chico de los suburbios de la ciudad ficticia de Granite City está convencido de que uno de sus vecinos, interpretado por un envejecido pero fibrado Stallone, es el desaparecido héroe Samaritan. No se sabe nada del enmascarado desde que diera muerte a su archienemigo Némesis.

Con un guion más oscuro que los habituales títulos del género que copan la cartelera, pero con la amabilidad típica de las pelis de acción de los 80, Samaritan es una película entretenida con mensaje sencillo y claro. No busca ser más de lo que es, y ofrece lo que se espera de ella sin defraudar. Sin ser la interpretación de su vida, me gustó mucho el papel de Stallone.


Creed III (2023)

Donde no puedo juzgar su interpretación es en Creed III, ya que el creador de Rocky quedó al margen de la tercera entrega de la saga del hijo de Apollo Creed. Stallone expuso razones artísticas, mientras que Michael B. Jordan contestó que querían centrarse en la familia del protagonista, Adonis Creed. Es decir, querían que el personaje empezase a volar solo.

Y voló solo, pero como Ícaro. Esta nueva secuela es un despropósito. Visualmente tiene buenas escenas con una fotografía increíble, pero el argumento no tiene ni pies ni cabeza. Las motivaciones y la progresión del personaje son absurdos, y esto hace que la carga dramática del combate final se diluya. No sólo me aburrió. Me pareció una soberana mierda.


Habilidad física: 100
(피지컬: 100, 2023)

Mi descubrimiento de 2023 fue gracias a un compañero de trabajo. No conocía este programa coreano, y no esperaba mucho, pero visto el primer episodio supe que no iba a poder parar hasta ver el último. Este concurso de fuerza y resistencia que busca encontrar el físico perfecto tiene aprendidas al dedillo las técnicas narrativas del manga.

Saben convertir a los participantes en personajes bien definidos con unas motivaciones concretas y simples. Del mismo modo, Creed III podría haber aprendido de este concurso cómo generar expectación en el público, las justa y necesaria para que un simple enfrentamiento se convierta en un momento épico. Las pruebas resultan fascinantes, y los concursantes tienen unas capacidades fuera de lo común.

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