Desorientación y asco: Un efecto óptico y Mientras duermes


Un efecto óptico (2020)

Esta película de Juan Cavestany aúna extravagancia y originalidad. Un matrimonio de Burgos que no pasa por uno de sus mejores momentos viaja a Nueva York de vacaciones. Pero mientras pasean por las calles de la metrópolis, más les recuerda a su ciudad natal. El extrañamiento y el juego de espejos con bucles temporales me sorprendió gratamente. Desgraciadamente, el final no lo entendí, me dejó descolocado, y eso hizo que me quedara una sensación agridulce.


Mientras duermes (2011)

Esta es la película que más asco me ha dado en mucho tiempo. El portero de un edificio de Barcelona ha decidido destrozarle la vida a una de las vecinas. Resentido por la felicidad que irradia la joven, se cuela de noche en su apartamento para estropear los electrodomésticos o esconder fruta podrida. El summum llega cuando descubrimos que la violaba (y, por lo visto, ella no notaba nada la mañana siguiente). Parece la venganza íncel de Jaume Balagueró contra algún amor de adolescencia no correspondido.

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