Look Back, la preciosa adaptación del manga de Tatsuki Fujimoto

No es difícil que el shōnen de Chainsaw Man sorprenda a sus lectores. No sólo porque somos incapaces de adivinar el siguiente paso de su estrambótico protagonista, sino por la capacidad de su autor Tatsuki Fujimoto de cambiar radicalmente el tono de la historia. De la escena más sangrienta y descerebrada pasamos a otra repleta de calma e introspección.

Podríamos tachar estas transiciones de efectistas, si bien consigue exponerlas con la suficiente contención y lirismo para que no resulten burdas. Si restamos los momentos reflexivos, apenas tendríamos una versión gore (y peor dibujada) de Black Clover. Si, en cambio, eliminamos las batallas y las vísceras tendremos Look Back.

Fujino es una chica muy segura de sí misma. Le llueven los elogios por las tiras cómicas que publica en el diario del colegio. Un día su tutor le pide que comparta el espacio con otro alumna, Kyomoto, que no asiste a clase. Fujino acepta con cierta condescendencia sin imaginar que el talento de su compañera la bajará de su pedestal.

Las impresionantes viñetas de Kyomoto dejan por los suelos sus ilustraciones infantiles y desproporcionadas. Empieza aquí la carrera de Fujino por mejorar sus nociones de anatomía, de perspectiva, de encuadre. Quiere superar a una rival a quien no conoce y que ni siquiera es consciente de la competición que Fujino ha empezado por su cuenta.

La historia fue publicada en verano de 2021 como un one-shot para Shōnen Jump+, el servicio de webcómic de la editorial Shūeisha. La recepción fue tan positiva que tres años después ha llegado su adaptación cinematográfica, un mediometraje de apenas 55 minutos a cargo del desconocido Studio Durian, cuya exquisita animación se ajusta y amplifica el mensaje de la obra original.

Look Back es un canto en favor de la creación artística como motor personal y como poderoso lazo de unión. La relación de ambas protagonistas emociona, y el inesperado giro de la trama (marca de Fujimoto) le otorga una dimensión muy interesante. Es imposible terminar la película sin tener los ojos húmedos o la imperiosa necesidad de dibujar hasta que las manos duelan. Magnífica.

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