Toxicidad, mierda y revivals: Descarrilados, Camera Café y la temporada 3 de El Pueblo


Descarrilados (2021)

Para sorpresa de nadie, es una mala película. El problema es que, encima, es un erial de risas. El guion es un calco del argumento cualquier otra comedia española protagonizada por gañanes. La historia es una sucesión de bromas sin gracia ni cohesión y las interpretaciones son de sketch de programa de José Luis Moreno. Mi madre y yo nos reímos una vez. El resto del tiempo nos estuvimos mirando sin entender nada, con la ligera esperanza de que nos sacaría otra carcajada. No sucedió.


Camera Café, la película (2022)

Donde sí me reí con mi pareja, pese a lo muy bizarra que es, es con Camera Café, la película. El ritmo y el formato dista mucho de la metralleta de gags que era el programa de humor de 2002, pero, a pesar de los altibajos, reparte bien las ocurrencias, evitando concentrarlo todo al principio y desinflarse al final. Los personajes siguen siendo, eso sí, igual de divertidos. Hay momentos muy surrealistas que descolocan. Afortunadamente, consigue sorprender y hacerte pasar un buen rato.


El pueblo (T3, 2021)

Lo que vi solo fue la temporada 3 de El pueblo. Le puse los primeros minutos a mi pareja y la tachó de aberrante. Yo sentí eso con las dos anteriores, aunque los personajes y el humor me engancharon. Y es que los actores siguen bordando sus papeles. Viejos y nuevos conocidos, todos están geniales. El problema son las tramas, que hurgan en el estiércol más apestoso. La toxicidad de las dos primeras aquí es radioactividad pura. La serie consigue revolverte el estómago. Ahora mismo no sé si la continuaré.

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