Titanic The Exhibition es una de las exposiciones actuales del Museu Marítim de Barcelona y es un coñazo. La experiencia fue muy mala. A la entrada tienes que esperar quince minutos o más para entrar porque se dedican a hacerles fotos a los visitantes para luego intentar vendérselas. No sólo es una foto cutre sino que crea colas bastante largas. Luego, las exposición se tiene que recorrer con una audioguía, que en realidad es un reproductor MP3 con los auriculares más incómodos del mundo. Tuve que ponerle los míos, aunque no tardé en quitármelos. Al principio, la exposición, y en su mayoría el resto, eran una sucesión de salas oscuras con fotos de ahogados del Titanic cuyas vidas eran relatas en el audio (la información no estaba escrita); en mi caso, la voz en off en catalán era la que se puede escuchar en los documentales más aburridos del canal 33. La verdad, todo podría haber sido emitido en un documental de 60 minuts y hubiera sido más agradecido. Pasada la mitad, hay reproducciones a tamaño real de camarotes de tercera y primera clase, los pasillos, la sala de máquinas o el timón que hacen que todo resulte más atractivo. Pero, en definitiva, la muestra no enseña apenas nada. Es un gran compendio de vidas de personajes anodinos explicadas de forma anodina, más parecido a lo que puedo encontrar en un programa de España Directo que a lo que quiero visitar en un museo..
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