Aunque la recordaba más divertida (en realidad, la recordaba la peli más divertida de la Historia), me lo he pasado bien. Top Secret la debí de ver siendo pequeño, porque muchas escenas se me han quedado grabadas en los pliegues del encéfalo: los juegos con la perspectiva de la escena del teléfono o la lupa, el flashback idílico de los dos jóvenes en la playa, el disfraz de vaca, Café Au Lait (recuerdo que yo entendía "Café Olé" y me parecía mucho más gracioso). Hay otras que no recordaba y que me han matado.
Si hace unos días tuiteé que la BSO de Drive es un chute, la de Top Secret me pone a mil. No sólo Val Kilmer se pega unos bailes de lujo que me han dejado con la boca abierta y muerto de envidiaba sino que ahora tengo clarísimo dónde escuché por primera vez ese Auambabaluba Balambambú que me envenena la sangre. ¡Por Dios, le debo más a ZAZ y a Mortadelo que a Orson Welles y Cervantes!
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