Mario Kart 8 para Wii U


A diferencia de Super Smash Bros, Mario Kart 8 (habitualmente pronunciado como Mario Car Tocho) sí es la gran experiencia que recordaba. Altamente entretenido y loco, expande su diversión con la antigravedad (poder correr por las paredes) y el modo competitivo online. Visualmente es espectacular, con un diseño de pistas maravilloso.

Tanto la edición anterior de Wii como esta de Wii U, sigo maldiciendo la aleatoriedad no tan aleatoria de los objetos o power-ups que se reciben durante la carrera: si vas el primero, te hartas de monedas y pieles de plátano mientras a la peligrosa caterva que te persigue les tocan no sólo estrellas o caparazones, sino también novedades como los boomerangs o las plantas carnívoras. En Nintendo 64, podías obtener una estrella aun estando a la cabeza.

La gente se ha quejado mucho de la ausencia de chat en el modo online, acusando el excesivo paternalismo de Nintendo en estos asuntos. La compañía nipona aduce la protección del usuario más joven, parte esencial es su nueva política familiar de marketing. Lo cierto es que yo no lo he echado en falta, pues el reto acaba siendo individual: llegar antes que nadie a la meta. En cambio, en el online cooperativo de Splatoon sí que resulta impepinablemente necesario y no está.

A diferencia de Mario Kart 6 para Wii, aquí el derrape no es automático, por lo que utilizar el Wiimote con el sensor de movimiento no es práctico. Por su parte, el GamePad (o tabletomando, como lo llaman muchos) resulta demasiado grande y te destrozas las muñecas si echas unas cuantas aprtidas seguidas. El mejor periférico para manejar, sin duda, es el mando Pro, ligero, cómodo de utilizar y con una batería prácticamente sempiterna.

Mario Kart 8 es un juego para pasárselo pipa, enfrentándose a amigos en casa o a través de internet. Horas y horas de diversión tanto compitiendo como descubriendo los numerosos detalles que trufan cada uno de los circuitos.

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