Desde hace dos veranos o más me resulta bastante difícil probar los nuevos helados. Antes ibas a cualquier sitio con el cartelito de Frigo o Nestlé (Camy) y los tenían casi todos. Ahora sólo hay los clásicos: la vainilla, el chocolate,...
Tuve la suerte de encontrarlo en un chiringuito de playa y novedad, lo que se dice novedad, el Magnum Pink no lo es. Por mucho que lo intenten enmascarar, es un Frigopie disfrazado de Magnum. Las vetas de sirope de frambuesa le dan un toque más ácido pero sigue apreciándose el dulzor característico del helado de petit-suisse con forma de pinrel.
Está recubierto por una cáscara crocante de chocolate mucho menos rosa de lo que se muestra en las fotos, con un sospechoso baño de purpurina que, desde luego, no resulta tan apetecible. ¿Pero qué voy a decir? ¿Que no me gustó? Me hubiera comido tres.
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