Cada vez me resulta más difícil encontrar los productos nuevos que anuncian. Las vi publicitadas en Youtube y sólo las encontré en un paki de casualidad. Ni en el Sorli Discau ni en el Condis ni mucho menos en el Mercadona, donde la única marca aceptada es la blanca.
Las probé con mi pareja y me parecieron riquísimas, con un toque de picante delicioso. Lo que sucede es que en ese momento no sabía que habían sacado a la vez tres sabores: el Original, el Spicy Chilli (picante) y el Nacho Cheese (queso).
La segunda vez que vi un bote de Pringles Tortilla, esta vez en un súper de la Barceloneta, me lancé a por él. Pero cuál fue mi sorpresa cuando me las meto en la boca y son lo más soso que como en años.
Es gracioso su eslogan de "Dipéalas... ¡o no!". Para empezar por usar el verbo "dipear", ese hijo spanglish del verbo inglés "to dip" (mojar, meter en salsa) que yo relaciono 100% con Doritos, que fue la marca que introdujo el palabro con sus Doritos Dipas.
Después, me parece irónico porque, al menos con las Original, no hay dicotomía posible. O las mojas, o las mojas; si no lo haces, te encontrarás con un aperitivo de lo más insípido, igual que los Dipas con la diferencia que estos no crujen igual, se rompen con más facilidad.
Los Spicy Chilli, en cambio, son otro mundo. Resultan muy sabrosas, con ese toque de cocaína o glutamato monosódico (vaya uno a saber) tan adictivo como típico de los snacks. A falta de probar los Nacho Cheese, mi recomendación iría con los picantes completamente.
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PD: Es irónico que los únicos nachos que me encantan solos sin ningún tipo de salsa son los de la marca Hacendado. Tienen el punto de sal ideal.
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