Stranger Things, serie de Netflix


Fui un apasionado de Expendiente X y de Perdidos. Ambas series jugaban con el espectador, le hacían preguntarse si los sucesos extraordinarios que veía eran ciertos o formaban parte de una mentira muy bien urdida. Gran parte de su éxito residía en mantener la incertidumbre acerca de si su trama era de ciencia-ficción o acaso se trataba de una enorme conspiración política.

Sus resoluciones defraudaron porque no fueron capaces de darle una salida convincente a los embrollos que habían montado, pero también porque habían dividido a su público: se decantaran por un final u otro, defraudarían a buena parte de sus televidentes, quienes habían sido fieles a la serie durante tantas y tantas temporadas.

Stranger Things parece haber aprendido de estos errores ajenos y ha sabido encauzar su historia. Hay un misterio pero pronto te enseñan lo que hay. Si te parece bien, continúas; si no, a otra cosa, mariposa. No hay nada peor que gastar el tiempo en algo que no es lo que esperabas. Netflix evita que te sientas engañado sin que el suspense cese en ningún momento.

Una noche de noviembre de 1983, un niño desaparece en Hawkings, Indiana. El sheriff de este tranquilo pueblo donde nunca pasa nada inicia la búsqueda. Paralelamente, empiezan a ocurrir fenómenos extraños, incluida la aparición de una niña vagabunda. Los acontecimientos se irán conectando hasta señalar hacia una base militar cercana.

Están los dos elementos de Expediente X y Perdidos, pero en el primer y segundo episodios queda claro qué lugar ocupa cada uno de ellos. Los más apasionados del cine fantástico de los ochenta podrán, además, descubrir los numerosos guiños a los clásicos de la época, referencias que pueden pasar desapercibidas sin que merme el interés por la historia.

He disfrutado mucho de los ocho episodios de la primera temporada, bien finiquitada y con los cabos sueltos necesarios para poder alargarla durante una más. Creo que está especialmente indicada para los ex amantes de Mulder, Scully, Shepard, Hurley y Locke. También para los que gusten del género de terror, pues algún que otro susto hay.


ACTUALIZACIÓN 2017: La segunda temporada también me ha gustado. Han conseguido superar el efecto sorpresa de la primera y contar otra buena historia al hilo de la anterior. Sólo ha habido un episodio que no me ha gustado nada (el séptimo). Espero y deseo que no sigan esa línea de cara a la siguiente.

ACTUALIZACIÓN 2019: La tercera temporada me ha parecido regular. La trama de los rusos, hasta que no expliquen más, me ha parecido absurda. Insistir en juntar a Joyce y a Hopper se me ha hecho pesado, y el momento musical del final me dejó con el culo torcido. No me da mucha esperanza de que vaya a mejorar. Lo quiere hacer demasiado grande, demasiado inabarcable.

1 comentario

el convincente gon dijo...

Tienes razón. Se está hablando mucho de 'Stranger Things' y el cine de los 80 pero, después de 'E.T.', a lo que más recuerda la serie es a 'Expediente X'.