La isla mínima de Alberto Rodríguez


Creía que había hablado de ella en el blog y ahora descubro que no. Veo que la mencioné en la entrada de Magical Girl, pero después nunca más se supo. No sé si tenía la reseña pendiente y me despisté, o pasé de hacerla porque no me había acabado de convencer.

Aunque la película recibió numerosos elogios y galardones, a mí me desilusionó. No voy a decir que me pareciera mala, menos ahora que han pasado casi dos años desde que la vi, pero el guión seguía demasiado el manido patrón del nuevo thriller policial español.

Cabe decir que cuando la vi llevaba digeridas unas cuantas (justamente porque Grupo 7 del mismo director me había enganchado al género) y tal vez andaba algo saturado. No voy a negar que visualmente me encantó, lo mismo que la ambientación, ¿pero qué hay de la investigación, del caso a resolver?

Mi impresión fue que la trama no se desarrolla en pos de una resolución, sino que busca llevar al límite la náusea, la asfixia en la que se mueven los protagonistas. Quiso ser tan esteticista que se olvidó del resto, de lo "presuntamente" esencial.

El hilo argumental se embrolla del tal manera sobre sí mismo buscando hacer florituras y dobles mortales con trampantojos que acaba saliendo por peteneras. No le queda otra. Ni los personajes ni los actores me cautivaron lo suficiente como para perdonar los regates que me hizo el guión.

¿Que, en el fondo, era una historia psicológica y no policíaca? Mea culpa, me confundieron los dos detectives de homicidios. ¿Que era cine crepuscular? Sí, luz de atardecer había. No sé. Creo que estoy empezando a recordar porque no quise escribirla en su día...

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