Whiplash de Daniel Chazelle


Whiplash es la anterior película Damien Chazelle, el director de la "casi" ganadora del Oscar a la mejor película de 2017, que tras un sonado error acabó en manos de la elogiada Moonlight. Al igual que La La Land, ésta también se quedó sin la estatuilla a mejor filme en 2014, entonces frente a Birdman de Iñárritu, pero acabó llevándose el galardón a mejor actor por la interpretación de J.K. Simmons, tal como hiciera este año Emma Stone en el apartado de actriz principal.

En mi opinión, la actuación de Simmons no tiene punto de comparación con la de Stone. Entiendo que ella lo recibió por el apartado musical y de danza, pues su personaje en La La Land es el mismo que hemos visto en otras películas suyas en las que repite el papel de chica mona, irónica e inteligente. J.K. Simmons, en cambio, aunque pueda haber encarnado a otros cabrones en la gran pantalla, no ha interpretado ninguno tan temible como el profesor Fletcher.

Si tengo que ponerlo a la par de otro malnacido, a mí me recordó, y creo que no seré el único, al instructor Hartman de La chaqueta metálica. Si aquél tenía el trasfondo del ejército y la guerra para endurecer su rol, Simmons va más allá y consigue convertir la atmósfera elegante y sosegada de una escuela de música en otra academia militar aún más acongojante. Fletcher humilla a sus alumnos, anula sus personalidades y los prepara para una batalla que sólo existe en su mente.

Lo curioso es que Damien Chazelle, viendo que su guión sobre su terrible experiencia en un conservatorio no recibía el visto bueno de Hollywood, decidió en 2013 hacer un corto de dieciocho minutos con una de las escenas. La obra homónima le reportaría no sólo el premio a mejor cortometraje en Sundance de ese año, sino la atención necesaria para que los productores decidieran financiar el proyecto. Este hecho provocaría que en 2014 la película fuera nominada a Mejor Guión Adaptado en lugar de a Mejor Guión Original.

Chazelle volvió a ofrecer a J.K. Simmons el papel que ya había interpretado en el corto. En cambio, el actor que había hecho de alumno, Johnny Simmons (sin parentesco con el anterior), fue sustituido por Milles Teller, que no lo hace mal en absoluto pero que al lado del profesor-sargento queda empequeñecido. Cualquiera que desee ver el corto, lo puede ver online y compararlo con la escena de la película. Se puede constatar que Fletcher da aún más miedo en el largometraje.

Lo repetiré una vez más por si no ha quedado claro: para mí, la película tiene su razón de ser en Simmons. Evidentemente, está muy bien dirigida, bien filmada,... pero una vez vista, la historia me dio bastante igual. Milles Teller está bien pero a su personaje, o a la construcción del mismo, me da la sensación de que le falta algo. No llego a percibir una progresión natural en su forma de ser, de cómo pasa de un estado a otro.

A Simmons, en cambio, no le veo ninguna fisura. Como un dictador, su figura es terrorífica y, a la vez, poseedora de un halo de carisma enfermizo. Hacia el final, se puede ver cómo el personaje, que acaso pudiera considerarse plano como la superficie de un frontón donde rebota la ira y el desprecio, se descubre como un viejo frustrado en su sueño de conseguir lo inalcanzable. Lo mejor es que esto no lo redime, sino que es una excusa para demostrar que todavía puede ser más sádico.

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En el siguiente artículo puedes ver el cortometraje comparado con la escena de la película:

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