Una de Miyazaki, otra de Takahata: Nicky, la aprendiz de bruja y Recuerdos del ayer

Nicky, la aprendiz de bruja*
(Majo no Takkyūbin, 1989)

Nicky es una joven de trece años que decide convertirse en bruja como su madre. Para ello, debe dejar la casa paterna una noche de luna llena en busca de otra ciudad donde no resida todavía ninguna hechicera. Miyazaki vuelve a retratar la infancia de manera fascinante, oponiéndola al mundo egoísta de los adultos, en el que nadie tiene tiempo para apreciar la vida.

Pero hacerse mayor no es fácil, y cuando por fin Nicky llega a Koriko, la resplandeciente urbe costera inspirada en capitales como Napoles, Lisboa o Estocolmo, descubre que la fama de las brujas está de capa caída. No cejará en su intento y, valiéndose de su escoba voladora, abrirá un servicio de reparto. Toda la historia es un amor, visualmente preciosa y argumentalmente llena de ternura. Me encandiló.


Recuerdos del ayer
(Omohide Poro Poro, 1991)

Más introspectivo, lejos de la fantasía de Miyazaki, Isao Takahata cuenta la historia de Taeko, una oficinista tokiota de 27 años que se toma diez días de vacaciones para viajar a un pueblo rural de la prefectura de Yamagata. Amante del campo, llega para ayudar en la recogida del cártamo, una planta utilizada para tintes. Durante el trayecto y su estancia, recuerdos de su infancia empieza a aflorar.

La película se mueve entre el pasado, 1966, y el presente, 1982, comparando etapas cruciales en el crecimiento de la protagonista. Es un drama serio pero no triste, en el que Taeko decidirá qué quiere hacer con su vida. A diferencia de Nicky, un cuento dirigido al público infantil, este tiene como objetivo a los espectadores adultos, de modo similar a como pasó con Totoro y La tumba de las luciérnagas.

Invirtiendo el proceso habitual, los diálogos fueron grabados antes que la animación. Takahata quería copiar la gesticulación de los actores de voz para plasmar el mayor realismo posible en las muecas de los personajes. Esto genera un contraste extraño, pues pasamos de escenas con una ilustración más sencilla a otras mucho más detalladas. En general, no me gustó demasiado, pero a mi pareja le encantó.

_________
* En España se evitó la traducción literal del título ("Kiki, servicios a domicilio") por razones evidentes.

No hay comentarios