Tejas y cigarrillos de Tolosa, pastas de Casa Eceiza


Mi primer encuentro con las pastas de Casa Eceiza fue gracias a un lote de Navidad de mi pareja. Si no me equivoco, venían las galletas de mantequilla de la imagen superior, con trozos de frambuesa y nueces de macadamia. Estaban deliciosas. La pena es que sólo hubiera una mísera caja perdida entre botellas de vodka, vino y cava. Mucho alcohol y poca miga.

El problema es que busqué y no las encontré. Por casualidad, hace un par de semanas, paseando por la avenida Barberà de Sabadell, cerca de plaza Barcelona, entré en un supermercado Casa Ametller, especializado en productos frescos y de proximidad. Ahí tenían diversas variedades. No estaban las galletas pero sí las llamadas "tejas" de almendra y los "cigarrillos" de Tolosa.

Es curioso pero si visitas la web en español, sólo tienen los postres y pastas tradicionales. Si vas a la versión inglesa, tienen todas las variedades. Sea como fuere, los canutos de frambuesa que compré estaban deliciosos. La otra caja de tejas que me llevé no me entusiasmó tanto porque sabían más a limón que a almendra, como anunciaban.

Los cigarrillos tienen ese sabor mantequilloso con el toque suave y dulzón de la frambuesa que tanto me recuerda a los postres que comía en Inglaterra. Desgraciadamente, dejé el paquete abierto un solo día y se reblandecieron. Ya no crujían y el gusto se había resentido. Las tejas, en cambio, con su marcado aroma a cítrico, seguían incólumes. Maldita sea.



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