Festival de Cine de Terror de Sabadell (VIII edición, 2019)

La octava edición del festival de cine de terror de Sabadell se llevó a cabo del 4 al 10 de marzo de este 2019. Como años anteriores, fuimos a la maratón del sábado: un pase de cinco películas con cortometrajes en el que, a diferencia de Sitges, tienes tiempo de sobra para comer y mear. Iba a decir que tampoco juegas a la lotería cuando compras las entradas, pero este 2019 incluyeron una película sorpresa que resultó ser una total decepción.

La programación fue la siguiente:

MICROMETRAJE


Samuel Nogaledo condensa en veinte segundos y un único plano una historia de envidia familiar. Una pregunta, una respuesta y un sencillo gesto encierra un desenlace terrible. Con menos, más. (Se puede ver en este enlace.)


CORTOMETRAJES

Una Noche de Paz (2019) de Andrés Piza

¿Cambiarías de casa por una noche para que tu mejor amigo pudiese dormir, a sabiendas de que sus noches en vela se deben a los extraños sucesos que ocurren en su piso? Si bien el planteamiento puede resultar interesante, este corto de fantasmas no da mucho más de sí.

Le blizzard (2018) de Àlvaro Rodriguez Areny

Durante una ventisca en una misteriosa montaña, una mujer desorientada busca a su hija. Aunque visualmente me atrajo, no pude entender qué sucedía porque la anacrónica permanente de la señora de delante me impedía leer los subtítulos.

Cerdita (2018) de Carlota Martínez Pereda

Después de Le blizzard, era la que más presupuesto tenía. Bien rodada y sin atisbos de amateurismo, esta historia de humillación y venganza construye una atmósfera asfixiante donde se conjugan las buenas interpretaciones, los momentos incómodos y un final previsible pero desazonador.

Inquietante (2019) de Joaquim Bundó

Esta parodia del género de terror, grabada con los medios justos, desató las carcajadas en la sala. Aunque el guión parecía más indicado para una de obra de teatro que para un cortometraje, realmente disfruté con ella.

RIP (2017) de  Caye Casas y Albert Pintó

RIP estira el manido chiste del marido que se levanta de la camilla y le dice a su mujer: "María, que no estoy muerto", a lo que ella replica: "¡Calla, vas a saber tú más que el médico!". Lo estira hasta que sangra. Itziar Castro y Josep Maria Riera hacen las gracias esperadas en esta comedia gore.


LARGOMETRAJES

Framed (2017) de Marc Martínez Jordán

En el festival la presentaron como la obra de un talentoso cineasta, pero me pareció un bodrio con actuaciones dudosas y diálogos vergonzantes. Lo más terrorífico fue que, pese a lo inconcebible del guión, esta macabra fantasía se hizo realidad una semana después. El asesino del atentado de Christchurch también pudo retransmitirlo online sin que nadie pudiera detenerlo.

The Void (2016) de Jeremy Gillespie y Steven Kostanski

La trama es tan sencilla como cliché: si conjuras al demonio, las cosas no van a acabar bien. Deberíamos saberlo a estas alturas. El pifostio que se monta en plena noche en un hospital perdido de un pueblo de EE.UU., con nazarenos satánicos y repugnantes monstruos del averno, es para sacrificar a sus directores. Todo viene de ningún lado para dirigirse a ninguna parte.

Triangle (2009) de Christopher Smith

Triangle era la película sorpresa del festival: sin duda, inesperada. Tras el pase de Alien durante la maratón del viernes, la gente quería su secuela. Pero no. Esta peli australiana de argumento circular no sólo es totalmente previsible y aburrida, encima nos la pasaron en una calidad digna de un screener pirata. Seguramente, se equivocaron de torrent al descargarla.

One Cut of the Dead (2017) de Shin'ichirô Ueda

La selección de esta edición me pareció pésima. Estuve a punto de marcharme, más cuando vi el comienzo de esta cuarta película: una peli de zombis barata... y japonesa. Pero el giro que viene después es increíble. No puedo destripar nada, pero es una genialidad. No estoy siendo irónico, ni mucho menos busco trolear a nadie. Recomendadísima. Es un peliculón.

Apocalipsis Voodoo (2018) de Vasni J. Ramos

A alguien le debió parecer bien hacer exactamente lo mismo que ya hicieron Tarantino y Robert Rodriguez hace diez años, pero mal. Es la misma gracieta pero sin dinero ni talento. ¿Hay algo peor que la imitación de una parodia? Mi paciencia terminó a la una y media de la noche, cuando cogí mis cosas y me marché a casa todavía con la alegría de haber descubierto One Cut of the Dead.

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