El gerundio, en particular, ha llamado especialmente la atención por su morfología y su sintaxis. Por una parte, carece de flexión de género, número y persona, a diferencia de la mayor parte de participios, que admiten variación de género y número, y de los infinitivos personales del portugués. No hay gerundios irregulares, pues todos se forman en -ndo, mientras que el participio cuenta con formaciones regulares en -do (callado), pero también con firmas irregulares en -to, -cho (abierto, dicho). Como los nombres, adjetivos y adverbios, el gerundio admite diminutivos (callandito, deseandito, tirandillo); también la construcción con tan, como los adverbios y adjetivos (tan callando, tan corriendo, tan temblando), aunque es más propia del estilo literario que de la lengua común. Son frecuentes los gerundios lexicalizados con un valor adverbial semejante a 'rápidamente': Salió pitando; Se fue volando; Regresó zumbando. Pero, por otra parte, el gerundio mantiene la estructura argumental del verbo: puede regir complementos en acusativo y dativo (Lo descubrió mirándola por la ventana; Lo vio robándole la cartera) y argumento interno (Volviendo Juan de la fiesta, le dieron la noticia). El gerundio –se podría llamar– descriptivo que figura, por ejemplo, al pie de imágenes, cuadros, etc., suele desempeñar funciones adjetivas (Niños corriendo por la playa).
Con todo, el valor adverbial del gerundio se pone de manifiesto especialmente en las paráfrasis con las construcciones ecuativas. Por ejemplo, el significado de modo o manera del gerundio (Resolvió el problema mezclando varios colores) es compatible con como (Así fue como resolvió el problema) y con el adverbio de modo así (Resolvió el problema así). El carácter híbrido del gerundio ha sido analizado desde diferentes marcos teóricos. En general, se ha propuesto que la forma en -ndo es un tema verbal seleccionado por una preposición, que puede materializarse (En cenando, saldremos) o no (Llegando a casa, sonó el teléfono) y esta capacita al verbo para desempeñar funciones adverbiales. Al mismo tiempo, el núcleo preposicional permite explicar las particularidades morfológicas del gerundio como formación sin irregularidades ni cambios flexivos.
Margarita Lliteras, Morfología flexiva del español
No hay comentarios
Publicar un comentario