Dicen que el cómic es una buena herramienta para facilitar el acceso a materias complicadas por su combinación de texto y dibujo. Probablemente, ese era el propósito de este libro acerca de la historia canónica occidental de la filosofía. Desde luego, no se equivoca aquel que afirma que el infierno está empedrado de buenas intenciones.
Es demasiada materia para una escasas 160 páginas. No sólo incluye un montón de filósofos, también de conceptos, de corrientes de pensamiento,... Sócrates, Platón, Aristóteles, Heráclito, Demócrito, Tomas de Aquino, Descartes, Locke, Hobbesm Leibniz, Spinoza, Berkeley, Jeremy Bentham, Kant, Hume, William Paley, Stuart Mill, Darwin, Nietzsche, Turing, David Chalmers,...
Al principio, lo plantea como un recorrido muy bien compartimentado. Heráclito y el río en el que no te puedes bañar dos veces nos hacen de guía, empezando por la lógica, para seguir con la epistemología (percepción y mente), metafísica (libre albedrío y Dios) y terminando con la axiología (ética).
Pero lo cierto es que ya en el tercer capítulo sobre la mente, lo que había sido hasta el momento un recorrido relajado, empieza a desmadrarse. Presentan a Spinoza en una cara, y en la otra ya lo ha despedido. Al final, en la ética los pensadores y las explicaciones pasan por delante del lector como un AVE atravesando Los Monegros.
A mí me ha hecho gracia porque he recordado cosas de las clases de libre elección de filosofía que hice en la universidad. Pero me queda clarísimo que es necesario un ritmo más distendido y un profesor con buen dominio de la metáfora para conseguir que este conocimiento se asiente. Muy a mi pesar, no creo que nadie se enamore de la filosofía con este libro.
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