Tras las ganas que me dejó el número 21, me compré el Super Humor nº19 de Superlópez. Contiene las historietas de El trastero infinito, El Supergrupo contra el Papa Cósmico y Menguante, siendo la última la peor. Carece de chispa y volvemos a tener al héroe deambulando sin mucha orientación, con pocos chistes y poca acción. Se le podía sacar mucha más punta a la idea de encoger de tamaño a Superlópez.
El trastero infinito tampoco rebosa carcajadas, ni el tema es original, pero, como mínimo, no te deja tan indiferente como Menguante, cuya historia no conduce a ninguna parte. Aquí unos extraterrestres dejan el planeta Tierra sin internet, y, como era de esperar, la gente se vuelve lela perdida. A nuestro héroe ni le va ni le viene el asunto hasta que se da cuenta de que se ha quedado sin el fútbol de la tele por cable.
A diferencia de la anterior, el argumento de ésta progresa, no es estático. El protagonista descubre quienes son los responsables del apagón digital, y viaja hasta su planeta de origen para derrotarlos. Allí, sin embargo, descubrirá la tragedia de su civilización. Aunque no sea una historieta brillante, cuenta algo y reflexiona sobre ello. A mí, personalmente, me gustó.
Pero si debemos hacer un ranking de preferencias, tengo claro que vuelve a subir a lo más alto del podio la del Supergrupo. Las nuevas colaboraciones de Jan con Efepé traen de vuelta las peleas y los chistes, sin dejar de lado la crítica. Efepé denuncia con acidez a los chanchullos eclesiásticos para inmatricular todo terreno o edificio que se le cruce por delante.
Me he reído mucho leyendo El Supergrupo contra el Papa Cósmico, cosa que hacía demasiado tiempo que no me pasaba con un tebeo de Jan. Efepé y él pegan unos palos maravillosos, y los sueltan con una mezcla de ironía y mala baba que no tiene desperdicio. Está claro que me compraré más cómics en los que colaboren ambos.
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