El olfato es el más desapercibido de nuestros sentidos. Paladeamos el sabor, gozamos con el tacto, nos dejamos hipnotizar por la vista y permitimos que los cantos de sirena secuestren nuestros oídos. Olvidamos ese gancho profundo que nos noquea cuando una fragancia conocida inunda de imágenes y sensaciones nuestra adormecida memoria.
Todas las veces que te preguntaste si se había roto el papel y, con la punta de los dedos casi tocando tus labios, confirmaste que sí. Todas las veces que el desesperante picor te empujó a rascarte con tanta discreción como violencia y confirmaste, con la mano ondeando disimuladamente ante tu rostro, que había sido un día demasiado caluroso.
Esos son los recuerdos que nos trae de vuelta ZzzQuil Natura. Estas gominolas con melatonina nos invitarán a dormir como un bebé después de haber clavado la nariz entre dos enormes nalgas. El poderoso olor se hará fuerte en el interior del tarro violeta y, contraintuitivamente, se convertirá en un tifón a medida que queden menos golosinas en él.
Lo acabarás abriendo a distancia, evitando tocar el contenido, abrazando la apnea. Sin embargo, taimado, subrepticio, se abrirá paso hasta nuestra pituitaria para darnos la terrible sorpresa antes de caer en los brazos de Morfeo. Es el precio a pagar por vivir en un sistema que criminaliza el sueño, que lo niega, que lo opone a la vida y lo equipara a la muerte. Es la pena por sustentar esta sociedad de mierda.
2 comentarios
¿Pero funciona?
Como digo en el texto, invitan a dormir como un bebé. Pero otras me hacen el mismo efecto sin mareos desagradables. XD
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