Pedra de tartera


Hacía tiempo, eones, que no leía en catalán. Es una lectura agradable para volver. Salvando las distancias, que supongo que serán grandes, me recordó a la Plaça del diamant por narrar la vida de una muchacha inocente con el trasfondo histórico de la República y la Dictadura.

Las protagonistas, sin embargo, tienen recorridos y resoluciones distintos. El escenario es el entorno rural del Pallars y no la urbe de Barcelona. Barbal le deja la capital condal a la Colometa de Rodoreda y a la Andrea de Laforet para centrarse en un entorno que conoce bien.

Dividida en capítulos breves, es muy agradecida de leer. A ritmo sereno pero sin pausa, la autora hace avanzar la trama de una existencia corriente. Sabe escoger bien los momentos y añade los guiños justos para indicar el paso del tiempo.

La historia de la protagonista es un testimonio como tantos otros y, sin embargo, la escritoria consigue atraparte. Está muy bien escrita y el lenguaje, muy bien trabajado. Cada palabra está medida, ajustada al entorno que representa y a las gentes que describe, salpicada de giros dialectales.

La he disfrutado mucho. Ha sido una lectura relajada y satisfactoria. Tal vez esperaba alguna resolución moral, algún golpe sobre la mesa, lucha, pero la biografía de Conxa pasa como agua de río: por muchos rápidos que hubiera, acaba desembocando en el mar de manera tan esperada como apacible.

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