El Dorado de Howard Hawks


El Dorado es un remake de 1966 de la película Río Bravo (1959) del mismo director, y bastante peor. Según IMDB, Hawks negó que fuera un remake pero lo cierto es que tanto la estructura como el argumento son calcados, repitiéndose personajes y hasta diálogos. Testimonios biográficos y de la propia guionista, Leigh Brackett, lo confirman1.

Otra vez, un sheriff (Robert Mitchum) debe evitar que un grupo de pistoleros libere a su prisionero. Debe resistir hasta que llegue el alguacil (federal marshall) que lo lleve a presidio. Si en Río Bravo, es su ayudante quien se da la bebida, aquí es él mismo quien abraza la botella y es un viejo amigo (John Wayne) quien viene a ayudarle.

Tenemos, nuevamente, al viejo cascarrabias, al chico joven y a la cuadrilla de villanos. Las variaciones son nimias. Verla envuelve al espectador en una empobrecida sensación de déjà vu. El borracho de Mitchum es cómico y no dramático como en Río Bravo. La culpa de esto es de Hawks, quien indicaría el cambio de tono a Mitchum para evitar excesivas similitudes.

Y digo "culpa" porque si él hace el payaso, contando que el viejo ya tiene una función cómica, y contando que el joven pistolero (James Caan) aquí también tiene su parte de gracia al ser un inútil disparando, la épica desaparece. Howard Hawks se convierte en una especie de Santiago Segura haciendo una peli de amiguetes.

Y su mejor colegas tampoco anda muy fino. Tras un disparo en la espalda, el personaje de Wayne sufre parálisis momentáneas que le engarrotan la mano derecha. Hay un momento en que le da un ataque que puede ser considerado una de las peores actuaciones del cine. Para más inri, mientras la parálisis persiste, se le ve mover la mano cuando agarra unas riendas.

Al final, llega el despiporre. Mitchum pasa parte de la película caminando con muleta por culpa de un disparo. Por lo visto, a petición de Hawks, la cambiaba de brazo de acuerdo con cada plano. Al ver en el rácord que quedaba bastante chapucero, incluyeron una línea en que Wayne le espeta a Mitchum: "¡Qué sabrás tú! ¡La has llevado primero debajo de un brazo y luego de otro!".

Puedo imaginar a Hawks rodando un anuncio de cerveza en que descuelga el teléfono para oír a Wayne gritándole desgañitado el celebérrimo: "What's uuuuup?". Y, luego, Mitchum y a toda la panda se unen en ese coro de colegas borrachos a vociferar lo mismo hasta quedarse sin cuerdas vocales. A lo que, finalmente, Hawks sentencia: "Here, making a film, drinking a Bud".

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1 Dos citas extraídas y traducidas por mí del artículo "Rio Bravo was the first in an informal trilogy" del blog Beyond Cinephilia & Beyond.

Hice Rio Bravo con John Wayne, salió bastante bien y a ambos nos gustó, así que unos años después decidimos hacerlo otra vez. De nuevo, salió bien. Así que ahora estoy preparando Rio Lobo. Llamé a Duke [apodo de John Wayne] y le pregunté si quería estar en la película. Por supuesto, contestó, repetiría conmigo. Le pregunté si quería que le mandase el guión. «Demonios, Howard», me dijo, «ya he hecho el maldito guión dos veces». (In Memory: Howard Hawks de Roger Ebert)

Escribí el mejor guión que jamás he escrito y a Howard [Hawks] le gustó, al estudio le gustó, a Wayne le gustó y yo estaba encantada. No lo hicimos porque decidimos recular y hacer Río Bravo otra vez. Se podía haber titulado El hijo de Río Bravo cabalga de nuevo. No estaba contenta pero lo hice lo mejor que pude para que fuera un poco diferente. Por increíble que parezca, muy poca gente, a excepción de los más cinéfilos, se dio cuenta del parecido. Pensé: «¡Dios mío! Los críticos nos van a machacar porque ya hice esto antes, prácticamente palabra por palabra». La escena en que Jimmy Caan se lanza bajo las patas de los caballos, la rodamos para Río Bravo pero fue suprimida en la copia final por exceso de metraje. Le dije: «Howard, no puedes hacer eso. Warner Bros tiene los derechos». Él contestó: «De acuerdo, compraré los derechos, entonces». Así pues, ¿qué más podía hacer? (Leigh Brackett: Journeyman Plumber)

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