"Por atropellamiento". Esta es una de las causas más tristes por las que la red ferroviaria de cercanías puede verse interrumpida. Ayer el tren St.V.Calders (13:25) - Manresa (16:14) quedó detenido entre Molins de Rei y Sant Feliu de Llobregat tras el atropello de una persona. No obstante, esto no quita que el sistema de información de Renfe sea un despropósito, por no decir una soberana mierda.
Hospitalet de Llobregat, 30/01/2017, 15:30. Llego a la estación. Está bastante concurrida. Parece que hay retrasos. Todavía no sé la razón. Llega mi tren de la línea R-4. Baja gente y, aunque sigue lleno, consigo sentarme. Las puertas no se cierran y sospecho lo que sucederá. Efectivamente, a través de los altavoces del vagón nos avisan:
«Estimados clientes, les informamos que este tren finaliza su recorrido en esta estación, así que...» Aquí parece que el maquinista no sabe cómo continuar el discurso educado y cambia totalmente de registro para berrear un «...¡desalojar el tren, hala!». Me deja alucinado. Con dos cojones, como si él fuera el único fastidiado... o como si fuera normal tratar así a los clientes.
La gente del vagón, que lleva más tiempo fastidiada que yo, sale indignada al andén. Yo estoy más tranquilo y me siento en un banco mientras el resto de pasajeros se dirigen hacia los empleados para exigirles explicaciones. Al rato, a través de una megafonía bastante cascada situada, imagino, en el fondo de algún pozo, me entero de lo sucedido.
Un rato después, anuncian el próximo tren de mi línea. «...R-4 por vía 4». Del principio no entiendo nada porque justamente está saliendo un tren de la estación cuando lo dicen. El andén 4 queda al otro lado de las vías y acaba de llegar un tren. Alguien pregunta a un encargado de información por el R-4, y le contesta:
–¿El tren de la R-4? Todavía no lo han anunciado, ¿no?
Bajo las escaleras del paso subterráneo tras el resto de pasajeros estresados. Antes de subir al vagón dudo y pregunto para asegurarme. Y no es mi línea. Va en dirección contraria. ¿Habré entendido mal? Otros dos hombres han tenido el mismo problema. Esperamos un minuto y vuelven a avisar del tren por la vía 1... justo de donde venimos.
Desandamos el camino, seguimos esperando y... «...R-4 por vía 12». Ahora sí que los de información nos indican la misma línea: «...dirección Manresa, por la vía 12. Es el segundo tren, al final del andén». Una mujer les pregunta:
–¿Para en todas las estaciones?
–Sí.
–¿Seguro que para en todas las estaciones? –insiste.
–Sí, sí, en todas.
Mientras caminamos hacia el larguísimo andén, escucho detrás:
–...pero ve a mirar. Como no sea, se van a enfadar...
Obviamente, ninguno se mueve. No sé si hay algún empleado de Renfe que espere algo en la vida más allá de los propios trenes de su compañía.
Al final de esa pasarela de cemento por momentos inacabable, hay un tren bastante corto pero donde subimos todos sin problemas ni estrecheces. Nadie queda de pie (aquí, pero luego en las siguientes nadie podrá sentarse). Nada más sentarnos, el cartelito informativo del vagón: «Este tren no para en: Torre Baró, Moncada Bifurcació, Moncada i Reixac - Sta Maria, Cerdanyola del Vallès, Barberà del Vallès, Sabadell Sud,...
O sea, de todas las estaciones pasamos a que se salta seis del tirón. Es para mear y no echar gota, o para cagar y hacerlo sobre todos sus muertos. A mí no me supone inconveniente porque mi parada viene después, pero mucha gente con un cabreo totalmente justificable sale del vagón de vuelta a donde están los desinformadores.
El vagón se llena y se llena hasta la parada de Sant Andreu Arenal (Barcelona), antes de Torre Baró, donde avisan por voz (¡ahora!) que se van a saltar todas las paradas que aparecían en el cartel luminoso. Nuevamente, pasajeros enfadados saliendo. Vamos, acojonante. Cada vez se superan más y más. La incompetencia de esta empresa no tiene fronteras.
Más bilis derramada en las siguientes entradas:
Hospitalet de Llobregat, 30/01/2017, 15:30. Llego a la estación. Está bastante concurrida. Parece que hay retrasos. Todavía no sé la razón. Llega mi tren de la línea R-4. Baja gente y, aunque sigue lleno, consigo sentarme. Las puertas no se cierran y sospecho lo que sucederá. Efectivamente, a través de los altavoces del vagón nos avisan:
«Estimados clientes, les informamos que este tren finaliza su recorrido en esta estación, así que...» Aquí parece que el maquinista no sabe cómo continuar el discurso educado y cambia totalmente de registro para berrear un «...¡desalojar el tren, hala!». Me deja alucinado. Con dos cojones, como si él fuera el único fastidiado... o como si fuera normal tratar así a los clientes.
La gente del vagón, que lleva más tiempo fastidiada que yo, sale indignada al andén. Yo estoy más tranquilo y me siento en un banco mientras el resto de pasajeros se dirigen hacia los empleados para exigirles explicaciones. Al rato, a través de una megafonía bastante cascada situada, imagino, en el fondo de algún pozo, me entero de lo sucedido.
Un rato después, anuncian el próximo tren de mi línea. «...R-4 por vía 4». Del principio no entiendo nada porque justamente está saliendo un tren de la estación cuando lo dicen. El andén 4 queda al otro lado de las vías y acaba de llegar un tren. Alguien pregunta a un encargado de información por el R-4, y le contesta:
–¿El tren de la R-4? Todavía no lo han anunciado, ¿no?
Bajo las escaleras del paso subterráneo tras el resto de pasajeros estresados. Antes de subir al vagón dudo y pregunto para asegurarme. Y no es mi línea. Va en dirección contraria. ¿Habré entendido mal? Otros dos hombres han tenido el mismo problema. Esperamos un minuto y vuelven a avisar del tren por la vía 1... justo de donde venimos.
Desandamos el camino, seguimos esperando y... «...R-4 por vía 12». Ahora sí que los de información nos indican la misma línea: «...dirección Manresa, por la vía 12. Es el segundo tren, al final del andén». Una mujer les pregunta:
–¿Para en todas las estaciones?
–Sí.
–¿Seguro que para en todas las estaciones? –insiste.
–Sí, sí, en todas.
Mientras caminamos hacia el larguísimo andén, escucho detrás:
–...pero ve a mirar. Como no sea, se van a enfadar...
Obviamente, ninguno se mueve. No sé si hay algún empleado de Renfe que espere algo en la vida más allá de los propios trenes de su compañía.
Al final de esa pasarela de cemento por momentos inacabable, hay un tren bastante corto pero donde subimos todos sin problemas ni estrecheces. Nadie queda de pie (aquí, pero luego en las siguientes nadie podrá sentarse). Nada más sentarnos, el cartelito informativo del vagón: «Este tren no para en: Torre Baró, Moncada Bifurcació, Moncada i Reixac - Sta Maria, Cerdanyola del Vallès, Barberà del Vallès, Sabadell Sud,...
O sea, de todas las estaciones pasamos a que se salta seis del tirón. Es para mear y no echar gota, o para cagar y hacerlo sobre todos sus muertos. A mí no me supone inconveniente porque mi parada viene después, pero mucha gente con un cabreo totalmente justificable sale del vagón de vuelta a donde están los desinformadores.
El vagón se llena y se llena hasta la parada de Sant Andreu Arenal (Barcelona), antes de Torre Baró, donde avisan por voz (¡ahora!) que se van a saltar todas las paradas que aparecían en el cartel luminoso. Nuevamente, pasajeros enfadados saliendo. Vamos, acojonante. Cada vez se superan más y más. La incompetencia de esta empresa no tiene fronteras.
Más bilis derramada en las siguientes entradas:
- ¿Son los servicios informativos de Renfe peores que los de RTVE?
- Renfe no cumple ni unos mínimos decentes de atención al cliente
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