El padrino: Parte II


Con 25 minutos más que su predecesora, repite los mismo esquemas que la primera. No sé si la narración de una misma historia en dos líneas temporales paralelas representa alguna novedad dentro del séptimo arte, pero lo cierto es que a mí me dio la impresión de que caía en saco roto, de que al final la parte de De Niro resulta débil, accesoria.

Hubiera esperado la unión de las dos tramas en una conclusión más fuerte, un guión mejor entrelazado. Me han explicado que hubo inconvenientes para realizarla, que Brando pidió una cantidad desorbitada y tuvieron que prescindir de él y que, de haber estado, tal vez mi opinión fuese otra. Lo cierto es que queda una película rara, donde se nos explica el pasado de su personaje en un intento de ligarlo con el presente de su hijo, pero quedando todo como inacabado. Para mí, falta el remate final que le dé auténtico sentido a esta segunda parte.

Entre De Niro y Al Pacino, al igual que en el enfrentamiento actoral entre Brando y Pacino de la primera, y pese a lo que digan los Oscar, mi corazón está con el que repite.

Alabama Monroe (The broken circle breakdown)


Si no me hubieran llevado, no habría ido. Las tramas que giran en torno a niñas pequeñas con leucemia no me llaman demasiado. Me imaginé una película sentimentaloide y pastelona, de domingo en Antena 3. Supongo que hubiera sido así de haber sido estadounidense (más prejuicios) pero el director, Felix van Groeningen, es un flamenco nacido en Gante.

La película es durísima. Tuve que apartar en varias ocasiones la mirada de la pantalla y respirar fuerte. Hace mella en el espectador, ataca desde el interior como caballo de Troya. De uno no sale un "qué pena" lastimero sino un "qué jodida es la vida" agotado pero estoico. Es una película emocionalmente intensa y compleja.

Los actores, Johan Heldenbergh y Veerle Baetens, padres de la chiquilla enferma, lo bordan. Son capaces de transmitir el calvario por el que pasan, sus reacciones, sus enfrentamientos, sus apoyos. El trabajo interpretativo es impresionante, tal vez debido a que la película está basada en una obra de teatro que el propio Heldenberg escribió junto a la actriz Mieke Dobbels.

Técnicamente, la película también es muy interesante. No cuenta la historia linealmente sino que avanza y retrocede en el tiempo sin desorientarte. Juega con los silencios y mantiene un muy buen ritmo. No se regodea en la miseria ni en el drama. Además, tiene una banda sonora fantástica de bluegrass, estilo que dio origen a la música country.

No me cabe duda de que muchas veces conviene que a uno lo arrastren al cine y le demuestren que está equivocado. Alabama Monroe ha sido nominada como mejor película extranjera para los Oscar 2014 y es, sin duda, un peliculón. Su dureza es extrema, sí, ¿pero qué diamante no lo es?

Pikmin 3 para Wii U


Se podría pensar en los pikmin como una especie de lemmings. Tú, un astronauta del espacio exterior, los "recolectas" y utilizas para alcanzar diferentes metas. Según el color, tendrán unas habilidad u otras: azules para el agua, rojos para el fuego, amarillos para la electricidad,...

El juego es visualmente muy atractivo y, como se adivina por la portada, para todas las edades. Pese a la comparación con los Lemmings, el juego es muy original y sorprende, no se hace aburrido. Nos aficionamos a él con NintendoLand, que contiene un minijuego suyo muy, muy divertido.

Sin embargo, el ritmo de juego se nos hizo algo coñazo. Va por días, y cada día está limitado a 15-20 minutos. Parece mucho pero, a poco que te des cuenta, ya está anocheciendo y debes volver a la nave. Debes vigilar que ningún Pikmin quede fuera o, de lo contrario, los depredadores se los zamparán.

Lo peor de todo es el control. Pikmin 3 aprovecha el nuevo pad en forma de Game Gear de la Wii U para añadir información extra muy útil. El problema es que no puedes apuntar bien con él y para eso necesitas el Wiimote con el Nunchuk. Si no eres muy ducho, te desesperarás intentando prestar atención al pad y al mando.

Es una pena que, una vez acabado el juego, no puedas seguir explorando el planeta a no ser que repitas algún día, borrando el progreso posterior; es decir, si repites el día 37 y guardas, se borrarán el 38 y siguientes. También tiene minijuegos y un modo de misiones para dos jugadores.

Sinceramente, el minijuego de NintendoLand es infinitamente más divertido. El control es bueno, tanto con el pad como con el Wiimote. Uno es el astronauta y el segundo (y el tercero y el cuarto y el quinto) son pikmins cabezones. Te lo pasas teta.

Nebraska de Anthony Payne


La nueva película de Alexander Payne (Entre copas) no defrauda. No me ha gustado tanto como Los descendientes pero no voy a negar que es buena.

Un anciano (Bruce Dern) recibe por correo el típico gancho publicitario de "Usted ha ganado un millón de dólares" y se empeña en que debe ir a Lincoln, Nebraska, a recogerlo. Su familia le dice que es una estafa pero él sigue escapándose de casa tratando de llegar hasta su premio.

De un punto de partida aparentemente sencillo, Payne crea una buena trama que invita a reflexionar sobre las relaciones entre padres e hijos. Como en Los descendientes, trata una situación emocionalmente dura de manera emotiva pero no sensiblera, sin dejar de lado el humor.

Lo peor ha sido la sala. He visto el tráiler de la película en Youtube y está en un nítido blanco y negro. En la pantalla de la sala del Cine Imperial era de un gris azulado granulado. Llegué a pensar que el director había querido darle una pátina que recordara a un VHS de los 90 (Clerks). Pero no.

El lobo de Wall Street


La muerte del VHS se llevó consigo sus limitaciones físicas. Ahora, gracias a la infinita playa digital, cualquier película se cree legitimada para superar las dos horas pese a que la mitad del metraje parezca material de relleno. La película pasa así a ser reflejo de la cartelera donde prima la cantidad sobre la calidad.

Dicho esto, las tres horas de El lobo de Wall Street son las tres horas más entretenidas que he pasado en mucho tiempo dentro de un cine. No es una película esencial. Es espectáculo, diversión, risa. Y lo borda.

En otras críticas me he hartado de denostar guiones abrazados al caca-culo-pis y al soft porn enfocados a un público adolescente con mentalidad infantil. Aquí, las muchas palabrotas no desmerecen y su vena pornográfica no hace más que confirmar la disolución de fronteras entre el cine X y el convencional.

Di Caprio es un maravilloso imbécil engreído, y sus expresiones de pipiolo antes de corromperse también son fantásticas. Incluso podría no machacarle la cabeza a Jonah Hill en esta película, pero no prometo nada.

Como curiosidad, muestro el tremendo parecido entre la actriz Margot Robbie (Naomi Lapaglia [!!] en la película) con Jaime pressley (Joy en Me llamo Earl). Por si la chica no fuera lo bastante guapa, parece haber indicios de que alargaron sus piernas digitalmente.


Kill la Kill


Kill la Kill comienza como una ida de olla al más puro Furi Kuri: grandes animacionesritmo frenético, personajes que hablan como metralletas, diseños molones, mucha chicha y chistes absurdos. No por nada, esta serie es obra de Trigger, una compañía creada por dos ex empleados de Gainax.

Ryuko Matoi llega nueva a un instituto que controla a sus alumnos y a la población circundante de manera dictatorial. A través de unos uniformes con poderes, cuyo nivel se mide por el número de estrellas al más puro estilo militar, dividen a los estudiantes.

Ryuko quiere saber quién asesinó a su padre y la directora de la escuela tiene todas las papeletas para saber algo. Poco a poco, descubrirá la relación de su padre con la creación de los uniformes, además de encontrar el uniforme divino (el mayor rango existente) que su padre guardó para ella.

Es una especie de Sailor Moon (por lo de los vestidos) con speed, que te alucinará con sus animaciones imposibles y sus batallas mesiánicas. Sin embargo, pese a lo adictiva que resulta al principio, se hace repetitiva, las batallas van a menos y el ritmo acaba por saturar.

Only God forgives


Esta vez las expectativas han ido en dirección contraria: había leído tantas críticas malas que me esperaba algo como L'étrange couleur des larmes de ton corps. No ha sido así. Sin duda, la peli es infumable pero también corta (90 minutos) y de trama muy simple.

La banda sonora de Cliff Martínez, al igual que en Driver, busca tener un gran peso en la construcción de una atmósfera asfixiante. Sin embargo, como el filme falla por su excesivo esteticismo, olvidándose de la narrativa, que apenas es una excusa, el espectador no se implica demasiado.

Only God forgives quiere ir más allá de Drive, avanzar con el lenguaje visual de la primera, pero se distancia demasiado del espectador. En Drive tenemos esos toques pop occidentales con su antihéroe molón, la chica, el amor, el malo, los temazos,...

Aquí no hay conexión que pueda lubricar una inserción placentera por la cavidad rectal. Aquí cuando ves a un tailandés asesinando y luego cantando en un karaoke (en su lengua materna y sin subtítulos) ante un público compuesto por policías militares, te pierdes, te pierdes.

OGf es el guión de una peli mala de acción oriental con ínfulas artísticas y sin acción alguna, una de esas cosas que llaman revisionistas como el western crepuscular y que acostumbran a ser pajas demasiado caras para que sean aceptables.

Por supuesto, también está el tema Gosling. Si bien la carita de inocentón del actor nos vuelve a traer un personaje que mezcla una apariencia cándida capaz de la violencia autista más extrema, no tiene el carisma ni atrae hacia así la atención más allá de los carteles publicitarios con su jeto.

El misterioso ángel de la muerte aquí es el actor tailandés Vithaya Pansringarm (Viti para los amigos). Y aun así, no nos apasiona ni una milésima parte de lo que hacía el conductor sin nombre de Drive. Tiene que haber alguna conexión con el espectador para que tal ejercicio estético valga la pena.

La travesía del Louvre


001 Ediciones, la misma editorial que ha publicado los impresionantes Hamlet y Romeo y Julieta ilustrados por Gianni de Luca, ahora nos regala (pagando) La travesía del Louvre de David Prudhomme, otro cómic de museo como el Maestros antiguos de Mahler.

Es posible que sea un cómic por encargo, propaganda turística, pero Prudhomme va más allá. Imagina puntos de vista originales y muy interesantes que le dan personalidad al tebeo. ¿Y cuánto puede dar de sí un hombre como tantos buscando a su pareja a través de las enormes e infinitas salas del Louvre?

Hay, ante todo, un ejercicio contemplativo. Qué cuadros ve (un autorretrato de Rembrandt, La libertad guiano al pueblo de Delacroix), quién hay en las salas (turistas con cara de memo, gente agotada, fotógrafos compulsivos), cómo es el lugar (espacios ciclópeos, salas recargadas, salas vacías).

Luego están los detalles que me han robado el alma: las miniaturas de remeros egipcios vistas desde el punto de vista de un insecto, la visión que tiene de su público la atosigada Giocconda, cómo se superpone los observadores al objeto observado, cómo se relacionan e interactúan.

Su estilo me trajo a la memoria el utilizado por Blutch en La voluptuosidad. Pinta con lapices de colores y posee ese mismo toque irónico delicioso. Incluso el jeto del protagonista parece una máscara, como la del cazador de La voluptiosidad.

De todos los cómics que me compré en Navidad, este es mi favorito: visualmente me encanta, ofrece la tranquilidad del paseo contemplativo que inauguró Taniguchi con El caminante, añade insólitos puntos de vista y hace gala de una fina ironía.

Por los 18€ que cuesta y la calidad del libro (tanto en continente como en contenido), merece muchísimo la pena.

Patatas chips de Torres Selecta con sabor a trufa negra

Compradas en el Sorli Discau, creo recordar que nosa salieron caras, más de 2€. Pero por la pijada, y porque soy un cochino que quiere probar todos los gusto nuevos y raros que salen de comida basura, pasé por caja.

No las recomiendo. Son muy aceitosas, grasientas. Tienen un sabor muy fuerte que irrita el paladar. ¡Y, sin embargo, me costaba parar! Resultan adictivas pese a tener que comerlas bebiendo agua constantemente. Finalmente, conseguimos parar y tirarlas.

Maestros antiguos, de Mahler


Después del cáustico La teoría del arte versus la señora Goldgruber, Sinsentido publicó Maestros antiguos, adaptación de Mahler de la novela homónima de Thomas Bernhard. Al leerlo me he preguntado si la traducción estaba bien hecha porque, sintácticamente, me ha parecido confusa, además de no serme ajenos los errores de este tipo en los cómics: desde los términos intercambiados en las gráficas de Entender el cómic hasta la nefanda versión catalana de Blankets. Aquí un ejemplo:
...en lo que a ese ideal se refería, no había diferencia entre trabajar en la policía y en el Kunsthistorisches Museum, claro que en la policía se ganaba más y en el Kunsthistorisches Museum, menos, pero en cambio el servicio en el Kunsthistorisches Museum no era comparable con el servicio en la policía, un servicio de mayor responabilidad, pero, sin embargo, más fácil que el del Kunsthistorisches Museum, él, Irrsigler, no podía imaginárselo. El servicio en la policía era a diario mortalmente peligroso, así Irrsigler, el servicio en el Kunsthistorisches Museum no.1
¡¿Cómorl?! Por lo visto, es una adaptación de la traducción de la obra original realizada por Miguel Sáenz, quien ha trasvasado casi toda la obra de Bernhard al español, además de la biblioteca de otros autores alemanes como Kafka, Döblin o Grass, siendo multipremiado por su labor. Por si hiciera falta más, es experto y biógrafo del autor, sillón 'b' de la RAE, Medalla Goethe y Premio Nacional de traducción de Austria. Me cuesta creer que su trabajo no sea intachable.

Me quedó, entonces, la duda de si ha habido algún resbalón en la adaptación por parte de Astiberri o si la prosa de Bernhard era así de caótica. En Wikipedia pude leer:
El estilo de Bernhard abunda en frases reiterativas y encadenadas, se detiene en el detalle con minuciosidad obsesiva, avanza un paso y retrocede para volver sobre lo mismo, y abomina de los puntos y aparte.
En fin... Después haber leído La teoría, entiendo por qué Mahler elegió esta obra: el protagonista se dedica a despotricar contra los Grandes Maestros del Arte (todo en mayúsculas) y la devoción fanática y ridícula que profesan (profesamos) tantos. La obra original se titula Maestros Antiguos: Comedia, y en Amazon la describen como "devilishly funny story". Es importante remarcar esto porque si atendemos a los argumentos del resto de sus novelas según Wikipedia, tenemos el siguiente listado:
  • Trastorno (1967), donde un médico y su hijo visitan a los enfermos de los pueblos de un valle descubriendo no sólo sus enfermedades físicas, sino también las morales y sociales
  • La calera (1970), en la que un marido obsesionado por el estudio del oído humano asesina a su esposa paralítica con la que vive aislado en un caserón perdido
  • Corrección (1975), probablemente la más celebrada [!!], indaga sobre los motivos del suicidio de un arquitecto atacado por un incurable perfeccionismo y autor de una estructura en forma de cono aislada en la mitad de un bosque
  • El malogrado (1983), centrada en el fracaso de un estudiante de piano en contacto con un genio, todo un estudio sobre las limitaciones humanas
Una fiesta, sin duda. Lo invitabas a tu cumpleaños y acababais celebrándolo en el bosque, desnudos en la oscuridad, comiendo fresas con mercurio. Ya apunta el artículo, sin embargo, que su primera narrativa adolecía de la sátira de sus obras teatrales. Aquí la trama de uno de sus textos dramáticos:
  • El ignorante y el demente (1972), donde se atormentan un pedante médico que agrede con la descripción pormenorizada de una autopsia clínica, un alcohólico que ha fabricado una soprano de coloratura a costa de sacrificar todo lo demás y su consagrada diva, víctima de haber representado doscientas veces seguidas el papel de la Reina de la Noche en La Flauta Mágica de Mozart
Como se aprecia, la exageración apunta a lo descacharrante del asunto, muy en la línea de Mahler. El cómic, sin embargo, es apenas gracioso. La prosa rebuscada de Bernhard lo convierten en una lectura incómodísima. No se puede atender ese aluvión laberíntico de letras y prestar igual atención al dibujo. A pesar de todo, entre hipérbaton y aposición, Mahler muestra su maestría con el pincel. Me encanta su tesón. Si un cuadro aparece quince veces, lo dibuja quince veces, no lo fotocopia como tantos autores actualmente. La comicidad de su estilo minimalista y caricaturesco es una delicia.

En resumen, ¿un mal cómic? No, porque la historia es inteligente, es aguda, no es banal. Posee una crítica feroz y casi ciega pero también es una historia altamente emotiva sin caer de pleno en el sentimentalismo. Bernhard y Mahler comparten una visión pesimista del mundo. Si para Stendhal, la novela era un espejo que ponemos en el camino, para ellos la creación artística es el reflejo de la mediocre naturaleza humana, de su anhelo ridículo de ensalzarse hacia lo divino.

El problema, como siempre, estuvo en las expectativas, en no informarse bien sobre la obra. Es un cómic que no es insustancial ni deja indiferente, del mismo modo que no te descoyuntará la mandíbula. Está lleno de un humor que parecen lágrimas y una prosa que parece un castigo.

________________
1 El mismo fragmento en la traducción inglesa de la novela, por Ewald Osers para Penguin, es menos alambicado:
...and anyway there was no difference in this respect between being employed by the police and being employed by the Kunsthistorisches Museum, admittedly the police paid more and the Kunsthistorisches Museum less, but then the service in the Kunsthistorisches Museum could not be compared with service in the police, he, Irrsigler, could not imagine a more responsible but at the same time easier service than in the Kunsthistorisches Museum. In the police, Irrsigler said, a man served day after day in danger of his life; not so if he served at Kunsthistorisches Museum.

Oscar, un desternillante Stallone


Stallone lo borda en esta hilarante comedia clásica de enredo, remake de una peli francesa con el mismo título dirigida por Édouard Molinaro y Luois de Funès.

John Landis sitúa la trama en la Nueva York de la Gran Depresión, donde un capo de la mafia, Angelo "Snaps" Provolone, decide regenerarse.

A un guión y unos diálogos sublimes que no dejan títere con cabeza, se suman los gags visuales made in USA con los gángsters en delantal reconduciendo su profesión de matones a chachas del hogar.

Recomendadísima para reírse y recordar que Stallone hizo buenas pelis.

Scarface (El precio del poder)


Ver esta película ha sido una pequeña odisea para mí. Me dormí dos veces. A la tercera va la vencida y la terminé. Me quedé traspuesto porque la película es lenta y porque dio la circunstancia de que en ambas ocasiones estaba muy cansado.

Su lentitud, sin embargo, no es baladí. No es la estética vacía habitual en el cine de hoy. Scarface narra la ascensión de un delincuente de poca monta a las altas esferas de la criminalidad y lo hace, por contraste, con peligrosa calma. Nos encontramos en una soleada pradera donde, en cualquier momento, puede explotar una mina.

Brian De Palma es especialista en mostrar una violencia cruda, sucia, precediéndola de gran tensión. Recuerdo la escena de la emboscada de los colombianos, cuando el protagonista se encuentra que lo van a matar y el objetivo, parsimoniosamente, se aleja hacia el coche donde esperan los refuerzos relajados mirando chicas. Me puso los nervios de punta.

El no saber qué está sucediendo, el no ver, es algo que en cine es demoledor si se hace bien (Haneke así lo demostró en Funny Games). Y esto no es El Padrino. Aquí no hay trajes. Hay hambre y ganas de abandonar la miseria. Si hay que utilizar motosierras, se va a por más gasolina. El enemigo es tratado con absoluto asco. No sólo es asesinado sin piedad sino también humillado.

La banda sonora de Giorgio Moroder (¡Midnight Express!) es tan excepcional como perturbadora. Por muy increíble que parezca, la productora prefería la película con música rap (!!), a lo que De Palma se negó en redondo. El desasosiego de la música de Moroder se funde a la perfección con el ritmo del filme, creando una atmósfera enfermiza que se va viciando en un crescendo irrefrenable.

Todo este trabajo hubiera quedado hueco sin Al Pacino. Él mismo fue quien propuso hacer este remake del filme homónimo de 1932. Irónicamente, le ofrecieron antes el papel de Tony Montana a De Niro que a él. Al Pacino borda al matao cubano que va a hacer lo que sea por ostentar poder, una opulencia hortera de decoraciones doradas y estampados de leopardo.

La mafia de Scarface refleja la que estaba apareciendo en aquellos momentos en EE.UU. No es la bella mafia italoamericana de Coppola. Está más emparentada con la realidad cutre desvelada por Saviano en Gomorra. Al Pacino me deja sin palabras. Puede ser esa mierda ignorante pero pasional y con pelotas, y puede ser un refinado, cultivado y frío hijo de puta.

Y, sea como sea, te matará sin pestañear.

Dos flores abriéndose

23/9/2014 18:29

24/9/2013 10:24

24/9/2013 13:19

24/9/2013 19:22

25/9/2013 0:25

25/9/2013 7:33

25/9/2013 13:20

25/9/2013 16:43

3/10/2013 15:12

3/10/2013 21:52

4/10/2013 23:17

5/10/2013 9:35

5/10/2013 17:09

5/10/2013 19:05

6/10/2013 0:57

6/10/2013 8:33

6/10/2013 18:55

7/10/2013 9:49

7/10/2013 10:46

Somos los Miller


El cartel ya apunta que se trata de otra comedia estadounidense de humor grueso. Hay numerosas bromas sexuales grotescas, menciones a genitales, lenguaje malsonante y soft porn. Sin embargo, tal vez el hecho de que tenga una mínima moralina y un argumento clásico la hacen menos indigesta. Mal que me pese, me reí.

Lo más preocupante es que a la en su día sucesora de Meg Ryan se le empiezan a notar los años (45) y, sin reparos, le dan un papel de stripper. Deja de ser la chica mona de las comedias románticas para meterse en un personaje de este tipo. Que la doblen con una voz que parece tener nuez, tampoco ayuda. Esperemos que no se acabe poniendo pico de pato como su predecesora..

Bacoa, hamburguesas gourmet en el centro de Barcelona

Ronda Universitat, 31

El Bacoa, hermano mayor del Bar Bacoa y el Kiosko, se encuentra ubicado en pleno centro de Barcelona. Este local es mucho más grande y tiene muchas mesas. Uno de los defectos del Kiosko, para mí, es tener que comer en mesas agrupado con gente que no conoces y, encima, en sillas de oficina con ruedas (¡oh, chupiguays del mundo, por qué!). En este, las sillas tienen cuatro patas.

El sistema para pedir sigue siendo igual de estúpido. Coges una cartulina (una por persona) y señalas "Hamburguesa X con patatas Y y bebida Z". Mil personas, mil cartulinas, sin reutilizar. ¿No se podría simplemente pedir verbalmente? No. ¿No se podrían hacer más pedidos por hoja, como en el Viena? No. Tras pasar por caja, te dan un cartelito con un número, que colocas en tu mesa para que el camarero sepa dónde traerla.

Te entregan también una pegatina con el logo y una especie de cartulina para hacer papiroflexia. Al principio, no tenía muy claro qué leches era pero luego descubrí que se trataba de un recipiente muy práctico para poner la hamburguesa y evitar que te gotee, pues son unos señores bocadillos. Quedas más que saciado con uno solo (si consigues acabártelo).

Personalmente, es la hamburguesería que más me gusta. Pienso en su especialidad "Suiza" y se me hace la boca agua: 250 gramos de carne, tomate, queso Gruyère, rösti de patata, lechuga, cebolla y una salsa deliciosa. Es auténtico food porn. Es caro pero merece la pena. Además, nosotros ahora solemos pedir una para dos con patatas y bebidas y cenamos perfectamente.

Sin embargo, debo decir que la última vez fuimos con unos amigos y me sentí un poco mal. Es cierto que vivo enamorado de lo que cocinan pero también es cierto que no dejan de ser unos chupiguays. Pagar casi 9€ por una burguer (ojo, no incluyo ni bebida ni patatas) y tener que recoger los platos tú mismo o usar cuchillos y tenedores de plástico es cutre a más no poder.

La Suiza, bocatto di cardinale
Horario: todos los días de una del mediodía a una de la noche.
Teléfono: 932 507 290
Página web: http://bacoa.es/
Facebook: https://www.facebook.com/BacoaBurger/